Puntos de mira

Viernes, 13 Diciembre 2019 18:22

A menudo tendemos a relacionarnos, a compartir nuestro tiempo y a hablar con aquellos que son de nuestra misma opinión, pensando que así nos encontramos más a gusto, estamos más distendidos y nuestra ideología se encuentra confirmada por aquellos que piensan de la misma forma que nosotros; pero esto, en lugar de enriquecer nuestra percepción de las cosas, atrofia nuestros puntos de mira, ya que sólo nos hace considerar una dirección y no ver que la dirección contraria, o una dirección intermedia, puede ser mejor.

Normalmente pensamos que nuestra opinión es la única que tiene valor, y que la opuesta es la equivocada, y no sólo no damos crédito a esas opiniones ajenas, sino que las desterramos por descabelladas, en lugar de reflexionar sobre ellas y tratar de ver algún punto en común con las nuestras o algo de verdad en lo que a nosotros nos parece nefasto.

En los debates televisivos, o radiofónicos, en los que las personas con opiniones diferentes, o con ideas políticas distintas, están frente a frente, existe al menos un intercambio de opiniones, y aunque uno esté muy empecinado en sus ideas, el escuchar las del contrario le puede hacer recapacitar en un determinado sentido, aunque en la realidad vemos que no es así, y los debates se hacen interminables, no se respetan los turnos de palabra, se interrumpe constantemente al adversario y se eleva la voz más de la cuenta para hacer valer las ideas de cada uno, menospreciando las del adversario; y esto es un punto negativo, que al telespectador o al radioyente le pone nervioso, haciéndole optar por cambiar de canal o de emisora.

Sin embargo tanto en los artículos de opinión, como en las notas que utilizamos en las redes sociales, no tenemos a nadie que nos contradiga, y podemos explayarnos a nuestro antojo sin que nadie muestre (al menos en ese momento) ningún ápice crítico. A veces sí que se producen controversias, porque las redes sociales son muy dadas a que mostremos nuestros puntos de vista (fundamentalmente políticos), y cada uno ofrece a los demás sólo el color que le contempla, por lo que enseguida se sabe de qué pie cojea cada uno.

De todas formas, se ve en esas redes mucha bazofia, mucha mala educación, mucho insulto despiadado, y eso es lo que no me parece adecuado. Con buena educación, con buenas palabras, incluso con cierta ironía se puede debatir todo lo que se quiera, pero cuando empleamos la ofensa, la injuria o la humillación generalizadas, estamos demostrando cuál es nuestra categoría o nuestra naturaleza, y ahí es preferible no contestar, porque mucha gente no piensa las cosas antes de plasmarlas, no ve lo acertado o lo inconveniente de sus palabras, creen que todo el monte es orégano, y lo sueltan todo a borbotones; pero si uno tiene cierta sensibilidad, debe pensar, antes de decir nada, que los demás también la tienen, y que si a ti te molestan o te hieren ciertos comentarios o ciertas palabras, a los demás, seguramente, le sucede lo mismo.


Si le ha interesado esta información, puede unirse a nuestro canal de Telegram y recibirá todas las noticias que publicamos para el Camp de Morvedre. Síganos en https://t.me/eleco1986

 

 

SUCESOS

SALUD