Como una Catedral

Viernes, 04 Octubre 2019 13:43

Espectáculo vergonzoso el protagonizado por el actual alcalde de Madrid, Martínez Almeida. Ya en plena campaña electoral, le han montado una visita a un programa de Telemadrid llamado “La vuelta al cole” y lo han puesto a dialogar con los niños.

Todo parecía muy simpático hasta el momento en que una niña de unos nueve años le hizo una pregunta muy simple: “Si usted tuviese que elegir entre donar dinero para el incendio de la Amazonia o para el incendio de la Catedral de Notre Dame ¿Qué elegiría?” A lo que el señor Almeida, sin dudar, contestó: “Por supuesto que donaría a la Catedral”. Argumentando con aire docto ante la cara de sorpresa de los niños: “La Amazonia está en América y la Catedral está en París, Europa, por tanto es cosa nuestra”.

Los asombrados niños ponían cara de no poder creer lo que estaban oyendo. Yo tampoco. Por muchas razones.

La principal y supongo que coincido con los niños: me pareció increíble, estúpida, monstruosa y absurda la contestación. ¿cómo se puede despreciar de esa forma la Naturaleza y de ella la parte que fabrica el aire que respiramos? ¿Y si en vez de una Catedral fuese una mezquita, diría lo mismo? Repito: increíble y estúpido.

El hombre creía que estaba haciendo su trabajo, “vender” a su partido cara las elecciones. Se lo habían puesto a huevo, en su casa, Telemadrid, y solo tenía que elegir entre dos sencillas opciones. Para un demagogo medianamente preparado una pregunta como esta resulta estupenda para quedar como un señor. Eligió cagarla, cagarla hasta el punto de que ni los niños de nueve años pudieran entender cómo se atrevió a soltar las sandeces que esgrimió para justificar su respuesta.

Perdió una ocasión de oro, estando en días que el Cambio Climático ocupa las primeras páginas de los periódicos no supo postularse como un ciudadano del mundo más, preocupado por la salud de nuestro planeta, que eso no es de izquierdas ni de derechas, que respirar respiramos todos. Seguramente desconocía, no había visto ni leído esa pancarta que portaba una niña en las recientes manifestaciones: El dinero no se respira.

Cuesta trabajo entender como un individuo así ha llegado a ocupar un cargo que, en sus manos, resulta altamente peligroso para la salud. Recuérdese que es el que está empeñado en cargarse Madrid Central, uno de los pocos esfuerzos realizados para mejorar la atmósfera en la ciudad más contaminada de España. Y si lo único que le importa es el dinero, que se prepare a pagar la multa que sin duda impondrá la Comisión Europea. Claro que la pagarán los madrileños, no él. ¿Alcalde de Madrid? ¿Es que no tenían otra cosa?


Si le ha interesado esta información, puede unirse a nuestro canal de Telegram y recibirá todas las noticias que publicamos para el Camp de Morvedre. Síganos en https://t.me/eleco1986

Más en esta categoría: « Les sale redondo Supervivientes »

 

 

SUCESOS

SALUD