Año tras año vengo denunciando en esta columna al Ayuntamiento, por si hubiese alguien ahí, la cada vez mayor descompensación y marginación del Puerto en el tema del Off Romà: es apabullante la diferencia en eventos, entre el Puerto y Sagunto, no solo en cantidad sino también en calidad. Solo hay que pegarle una ligera mirada a los folletos que publicitan estos actos para comprobar que el segregacionismo saguntino ha vuelto a apuntarse, de nuevo, otra gran victoria.
DATOS.- Este año, siguiendo la costumbre, mientras en el Puerto se van a realizar 4 actuaciones de Off Romà en Sagunto se harán 12. Pero eso es ya lo de menos, porque además habrán 6 actuaciones teatrales en el Museo Arqueológico más otra en la Casa dels Berenguers. ¿Les parece abusivo? ¿Un agravio comparativo? ¿Una burla? Pues esperen, que todavía hay más: volverán a representarse 4 obras teatrales en el Mario Monreal por ninguna en la Casa de Cultura del Puerto.
Esta programación las considero aparte de las siete actividades del Sagunt a Escena, a celebrar en el Teatro Romano, evento de una larga tradición y de cuya potenciación y permanencia siempre he estado a favor. Sagunto a Escena nada tiene que ver con esta crítica.
Pero el Off Romà… el título de estos eventos da a entender que se considera que los espectáculos son fuera del Teatro Romano, y la prueba de que mi apreciación no va descaminada es que, quizás por eso, algo se viene haciendo en el Puerto. Todo muy bien si no fuese porque el segregacionismo saguntinista aplica la ley del embudo sin ninguna consideración ni vestigio de pudor. Porque a mí me daría vergüenza, mucha, señor Ayuntamiento, que las bondades de unos eventos que patrocinan conjuntamente con la Diputación y la Generalitat, se la “comiese” descaradamente un solo núcleo, mientras que en el más habitado y el que más aporta a las arcas públicas, tenemos que conformarnos con cuatro actuaciones. Y de Almardà… ni se acuerdan.
Pero aquí no acaba todo, para más Inri, los patrocinios más destacados son de empresas tales como Lafarge, Saggas, Fertiberia, La Autoridad Portuaria… esas que contaminan, ensucian, meten ruidos, y causan las molestias propias de las grandes industrias, esas que hacen que el Puerto, sea un lugar menos habitable y tranquilo que el Núcleo Histórico.
No se trata de una queja: es simplemente cabreo. Es poner año tras año sobre la mesa, realidades que explican por qué los porteños hemos de vivir siempre pendientes de la ley del embudo, y, por qué los partidos segregacionistas de ambos núcleos no paran de crecer. A mí particularmente esto me recuerda la relación de las hormigas con los pulgones. Quizás otro día hable de ello.
