Hace días supimos que una de las “razones” por las que íbamos a ser castigados por los recortes que ArcelorMittal Europa piensa realizar en sus empresas es que aquí, en este país, la energía eléctrica resulta un 25% más cara que en el resto de Europa. Lógico que, si se habla de competitividad, seamos un país indeseable en este aspecto para un lobby del acero o para cualquier otra empresa que pretenda ser competitiva.
Este tema, tan candente para la estabilidad y futuro de la empresa más fuerte e importante que tenemos en este pueblo, vuelve a salir a la palestra justo ahora que nos vuelve a apretar el zapato, pero se trata de un viejo tema que nos viene de los tiempos de Felipe y Aznar, aquellos que neoliberalizaron (ellos llamaron a eso “modernización”) la energía eléctrica en este país entregándosela a sus amiguetes y compinches. Para ello ni siquiera escucharon a Izquierda Unida ni tampoco hoy a Podemos que reclaman todavía que, al menos, se cree una empresa pública del gas y de la electricidad que compita y modere los precios, para impedir, como inexorablemente así ha ocurrido, que las eléctricas se pongan de acuerdo entre ellas para simular una competencia inexistente y que nos estén estafando ante nuestras narices y la vista de las instituciones públicas, aquellas que se supone que nos deberían defender, suministrándonos sin ningún pudor la electricidad más cara de Europa.
No nos importa si los que denuncian las “puertas giratorias” lo hacen o no por envidia de los cargos tan cómodos y bien pagados que consiguen los presidentes, ministros y altos cargos una vez que se “jubilan”; lo que nos importa es que estos corruptos consiguen estos altos cargos por “conceder graciosamente” a estos lobbies durante su mandatos estas y otras prebendas que les permiten MILES de millones de beneficios a cuenta de los ciudadanos. Estos bandarras no solo nos perjudican seriamente a nosotros como consumidores, sino también a muchísimos empresarios que han tenido y tienen que cargar con la rémora de una energía excesivamente cara que hacen inviables sus empresas o bien muy poco competitivas. Y esto es lo que han venido haciendo indistintamente tanto los gobiernos del PSOE como del PP durante estos últimos treinta años.
Estas manipulación mafiosa e indecente de la energía es la que produce crisis y problemas de todo tipo, problemas capaces de llevar a una gran empresa como Arcelor a reducir producción o cerrar, pero también para que aparezca fiambre el tío Pepet en su propia casa porque le cortaron el suministro eléctrico por no poder pagar la luz.
A esta gente les gusta hablar siempre de España. Yo prefiero que se hable de los españoles.
