Desde siempre me ha parecido muy interesante el complejo mundo de los timadores, estafadores, de los charlatanes o los demagogos. Generalmente son personas que carecen de formación y principios así como del más mínimo pudor, pero son capaces de venderles una burra coja a un gitano.

Todos hemos conocido a más de uno, desgraciadamente abundan y además se hacen notar allá por donde pasan. Hoy quiero hablar del descubrimiento de un verdadero encantador de serpientes. Se trata de la persona que en las elecciones pasadas se erigió en el líder máximo de Podemos Morvedre, aunque no se pudo presentar con las siglas de esta formación porque la dirección de Madrid, muy prudentemente, no lo permitió. Podemos local, con este hombre al frente, decidió presentarse como ADN Morvedre creando así una marca blanca de Podemos. De este modo, durante cuatro años, ha estado viviendo y cobrando el sustancioso sueldo de teniente de alcalde ante la perplejidad no solo de sus votantes sino también de los podemitas locales que no le han visto aparecer ni representar en ningún momento los intereses ni las ideas de esta formación. Lo increíble es que ahora que ya no le sostiene la superchería de ser marca blanca de nada, presenta su candidatura para las próximas elecciones con un partido propio al que ha bautizado como “El Nostre ADN”.

Ahora resulta ¡sorpresa! según nos cuenta con sus propias palabras en una entrevista en este mismo periódico, que se siente municipalista y liberal, que no cree en los partidos políticos, que hay que acabar con la izquierda, que Podemos está un día a la izquierda y otro a la derecha y que otras veces es nacionalista, que lo que de verdad vale en política es la ley del mínimo esfuerzo y el máximo aprovechamiento. En esto último sí que parece coherente, porque a continuación reconoce no haber hecho casi nada útil en estos cuatro años que ha estado a la sopa boba y cobrando. Afirma que ha aprendido mucho (¿estaba quizás de Erasmus?) y que le hace mucha ilusión seguir en un carguillo en el Ayuntamiento la próxima legislatura (¿pretende ahora hacer un máster?)

Este personaje, tal como decía anteriormente, parece extraído de las mejores novelas picarescas. ¿Se acuerdan del “yonki del dinero” o del Pequeño Nicolás? Pues este concretamente, aunque parezca increíble, es aún capaz de decir que en política es vital tener habilidad y oportunismo y que él cuando llegó no sabía nada de cómo estaba el Ayuntamiento ¡¡Y yo que le voté porque me hizo creer que entraba para arreglarlo!! Son sus propias declaraciones las que lo denuncian. Desde aquí le doy las gracias por abrirme los ojos y dejarme claro a quién no votar.