La película, “Banderas de Nuestros Padres” de Eastwood, basada en el libro del mismo título de James Bradley -hijo de uno de los soldados de la foto de la bandera izada sobre el Monte Suribachi- el que cuenta la verdadera historia - narra los vaivenes de tres de los seis marines que izaron la bandera en el Monte Suribachi durante la invasión de Iwo Jima, un pequeño y pestilente islote que 21.000 japoneses convirtieron en un infierno de resistencia suicida ante el muy superior Ejército americano. https://youtu.be/x3PTuOoBx0A
El símbolo del patriotismo 'yankee' es sin duda la BANDERA de barras y estrellas, como lo es para todos los nacionalismos. 'Banderas de nuestros padres', más que un relato bélico, es una crítica a las guerras y al manipulado patriotismo, al nacionalismo y al odio al enemigo. Decir la verdad no sirve a la causa, y se debe mentir para exacerbar a la masa, al fanatismo que el humano lleva dentro. Esta estupenda película, tiene su paralela, vista desde el lado japonés “Cartas desde Iwo Jima”. Hay que ver ambas películas para entender bien el mensaje contra las guerras y la manipulación nacionalista. El nacionalismo y fanatismo japonés nada tiene que envidiar al americano, creo que lo supera, y así se aprecia en la película “Cartas desde Iwo Jima”. https://youtu.be/tmMdCxadmYo
La verdad a medias es la peor de las mentiras, y la mentira se legitima por el bien de la patria y en contra de lxs otrxs, es entonces cuando, se deforma al enemigo y a sus símbolos, y a todo aquello que lo envilece, y esto para ensalzar los valores patrióticos propios, los símbolos nacionales, la bandera, el territorio patrio y la cultura superior de la etnia o nación propia. Seguro que muchos, (fíjense como domino el lenguaje inclusivo) habéis visto estas películas de Eastwood, quienes no las haya visto les recomiendo verlas desde el punto crítico antibelicista y contra el nacionalismo exacerbado, causa de enormes guerras entre las naciones y odios entre las personas. Vistas así estas estupendas obras maestras, en cada episodio y en cada frase, se detecta la denuncia contra el odio étnico nacionalista y la manipulación del patriotismo excluyente.
"En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado. BURGOS, 1º de abril de 1939, Año de la Victoria. El Generalísimo, FRANCO".
¿Era necesario haber elegido una de las dos banderas? La respuesta en frio, razonada, podría ser que no se fue a la guerra por la bandera, sino por razones políticas de odio y violencia, por cuestiones religiosas y étnico culturales, por razones de injusticia social y por cómo las potencias militares y económicas se disputaban sus ideologías del modo político de los estados y naciones en el mundo, fascismo y comunismo ambos contra el liberalismo y la democracia, por el republicanismo o la monarquía. Razones se exponen muchas y de toda índole, cada bando tenía sus razones sociales, sin apelar al trapo ni a su color. La realidad fue todo lo dicho y más, entonces y ahora, estaban los nacionalismos en lucha, independentistas y unionistas confrontados; la burguesía, oligarquía, clero, fascistas y militares contra republicanos, sindicatos obreros, comunistas, socialistas, tenían y tienen sus razones y las exponen, cada cual a su manera. Las banderas surgen y enganchan. No para unir, sino para batallar contra el contrario. En aquellos años, como hoy, esos trapos indeseables… si son para diferenciarse entre unos u otros, si son para pelear… nadie debería coger ni elegir color, ayer fueron los padres de vuestros padres, vuestros abuelos, mayoritariamente difuntos, y nosotros, en la pista de fin de carrera, y que conste que El Máster no nos ha sido regalado, lo ganamos sufriendo la Dictadura.
En la primera Republica no se impuso el sosiego, el dialogo, se impuso el Golpe de Estado militar; en la segunda se impusieron los malos, los asesinos, con uniformes y con banderas, con militancias y también con banderas… los otros. Ayer como hoy, había que decidir el bando… pero ahora sí, con bandera, era el momento de las banderas, el momento de la muerte, la guerra. Un desencuentro entre españoles que acabó en Rebelión Militar. Cuatro militares, Francisco Franco, Queipo de Llano, José Sanjurjo y Emilio Mola… y sus banderas, símbolos de enganche.
Las banderas, bonitas en color y gallardía, si el viento sopla o las hondean los abanderados. Pero instrumento criminal cuando se utilizan contra otros, muerte y odio de los nacionalistas “superiores” .... normalmente separatistas de los “inferiores”. ¡Que jodidos nazis!
Hoy, estamos en esta encrucijada, la de las banderas separatistas, la bandera asesina de ETA, doblegada y no vencida… latente y amenazante. Y la bandera Estelada terrorista, de Terra Lliure en Cataluña. Ambos símbolos, banderines de enganche para asesinar, y lo hicieron. Hoy, sus descendientes en la sombra y ataviados de “pacifistas” enarbolan sus banderas Nazi.onales… son los estupendos.
