¿Hasta cuando?

Viernes, 26 Octubre 2018 14:03

El pasado día 10 de octubre se celebró en la costa norte de Israel una boda extraña. Una boda, sin apenas signos religiosos, entre la periodista musulmana Lucy Aharish, de 37 años, y el actor judío Tsahi Halevi, de 43 años; y se celebró en un país en el que el matrimonio civil no existe y la ortodoxia religiosa lo ocupa todo.

El enlace ente un actor y una periodista no habría tenido mayor trascendencia si no fuera por la religión de ambos. Una boda tachada de impía por ultraortodoxos judíos y salafistas, en la que la ceremonia tuvo que llevarse a cabo en secreto para evitar que los fanáticos de ambas confesiones pudieran boicotear el enlace.

Ambos contrayentes son personajes públicos que tienen, cada uno dentro de su profesión, una audiencia considerable; sin embargo, que la religión sea la causa de que estos modernos Romeo y Julieta, tengan que esconder sus sentimientos para evitar la barbarie de sus congéneres, en pleno siglo XXI, se nos antoja algo a todas luces indigno o propio de la lejana Edad Media.

De nuevo es Tierra Santa, donde se debería erradicar todo tipo de violencia y enfrentamientos entre los diferentes credos, el lugar donde, justamente, sucede todo lo contrario, y los duelos entre judíos y musulmanes, sobre todo, son el pan nuestro de cada día.

¿Cuánto tiempo hemos de esperar aún para que la religión sea capaz de unir criterios y no diseccionarlos? ¿Cuándo serán capaces las distintas confesiones de olvidarse de sus dioses respectivos, esos dioses coléricos a los que hay que temer, y aunar criterios hacia el único dios capaz de olvidar los enfrentamientos y asentar la paz: «El sentido común»? ¿Es posible que alguna vez pensemos que todos, sin excepción, tenemos cabida en este planeta, y que todos debemos luchar por esa paz que nunca llega, por la igualdad y por el bien común de todas las gentes, y que esas deberían ser sólo las pautas de nuestra religión?

Está claro que las religiones, hasta ahora, no han sido capaces de incorporar esos criterios de unión, y que han provocado tantas guerras como los imperios coloniales, que han multiplicado sus territorios a base de masacrar a los legítimos propietarios de las tierras conquistadas; pero ya va siendo hora de que dejemos de pensar en nosotros, en nuestra expansión y en nuestros dioses y proyectemos nuestra solidaridad y nuestra concordia hacia todos esos que cada día nos la demandan.


Si le ha interesado esta información, puede unirse a nuestro canal de Telegram y recibirá todas las noticias que publicamos para el Camp de Morvedre. Síganos en https://t.me/eleco1986

Más en esta categoría: « El Guernica Aburrimiento político »

 

 

SUCESOS

SALUD