El otoño

Viernes, 05 Octubre 2018 10:21

Estamos en una estación en la que todo se ve de una manera diferente. Tras el sórdido, y a menudo riguroso invierno, que nos hace pensar en el trabajo como la única tarea a desarrollar, llega la alegría de la primavera, con sus colores, sus formas nuevas y sus trinos, que elevan nuestro ánimo hasta unas cotas que unos meses atrás no podíamos imaginar. Después, el verano nos arrasa; el sol establece su dictadura pétrea casi desde el amanecer, y sólo el murmullo de las olas y las vacaciones refrescantes hacen que se mitiguen los sudores, mientras el cansancio de la mañana queda solapado durante la siesta diaria, que después de una comida, más o menos ligera, nos reconforta.

El otoño, sin embargo, siempre nos produce sentimientos encontrados. Místico, sensible, añorante, desdibujado. Lo esperamos como agua de mayo para que nos refresque, mientras nos arrebata esa calina pegajosa de agosto, pero cuando llega, nos produce una melancolía inigualable, mientras los árboles se desprenden de sus hojas marchitas, las alamedas se cubren de colores pálidos, rojizos, amarillos, marrones, ocres, como si fueran la paleta extraordinaria de un imaginativo pintor, y la temperatura del ambiente se va deslizando poco a poco hacia los arrecifes de un próximo invierno, que volverá a cubrir el ciclo anual con la austeridad propia de la estación blanca, mientras las arrugas aparecen en nuestro rostro, el cabello se tiñe lentamente de plata y la vejez se empieza poco a poco a instalar entre los escollos de nuestra piel.

Pero últimamente parece que todo se desliza de un modo distinto al que la Naturaleza tiene programado, y el verano es más intenso y el invierno tarda en llegar, y cuando llega lo hace de una manera intempestiva, arrolladora. La primavera y el otoño son cada vez más escasos, más fluidos, ¿será que la mano humana está desplazando los ciclos que la Naturaleza tenía sabiamente controlados? Quizá este pensamiento, esta nostalgia, sean algo propio de la estación que estamos atravesando; y esa melancolía que durante el otoño aflora me hace ver algo que sólo el subconsciente intuye. En fin… Esperemos que sólo sea una alucinación pasajera.


Si le ha interesado esta información, puede unirse a nuestro canal de Telegram y recibirá todas las noticias que publicamos para el Camp de Morvedre. Síganos en https://t.me/eleco1986

Más en esta categoría: « El desprecio a la ley El Puerto »

 

 

SUCESOS

SALUD