Eclosión de alto nivel

Viernes, 13 Julio 2018 13:00

El pasado 11 de julio, un diario de ámbito regional de la prensa escrita en la Comunidad Valenciana, incluía entre sus páginas un suplemento especial de 20 páginas (a todo color, por supuesto), del que 15, más la contraportada, estaban dedicadas a la Capitalidad Cultural Valenciana 2018-19, de la que desde abril, este Municipio de “pedra i ferro” (y al menos dos núcleos urbanos) goza como reconocimiento, concedido por las Cortes Valencianas, cuyo control parlamentario detentan ahora los amigos y conocidos, y alguna miembro, de los que, a su vez y coincidencia, rigen el Consistorio saguntino.

Como no podía ser de otra forma, los titulares son elegidos con grandilocuencia, como de venta de producto sin competencia, como de orgasmo sobrevenido, como de autocomplacencia: «Capitalitat en plena eclosió cultural» (a cuenta del plumilla). «Som el referent cultural i económic de la Comunitat Valencian» (a cuenta del Sr. Alcalde en sus declaraciones). «Una ciutat participativa, dinámica i innovadora», reforzado con señas de identidad y diagnóstico fundado, como «dinámica, diversa, innovadora y molt plural». Y por último, y no cansar —además de no colaborar con espejismos políticos interesados— el siguiente: «D´Anníbal a un potent patrimoni industrial». Amén.

Reconozco que desde que salí profesionalmente del núcleo porteño, mis contactos con la realidad de Sagunto puede haber variado y quedado desfasada. Ya no hablo a pie de calle con las gentes contribuyentes ni puedo observar tan de cerca sus quehaceres, sus opiniones, sus vivencias, sus percepciones, sus economías, sus culturas, sus encantos y miserias. Ni fotografío sus monumentos, parajes, rehabilitaciones y abandonos. Y hace ya muchos años que, voluntariamente, decidí no mantener relación directa con ninguno de los representantes políticos en gresca —a alguno de los cuales visitaría después la UDEF—. Y con los progres y nacionalistos aupados mayormente por deméritos de otros y conveniencias personales varias, y ahora en el poder cuatripartito («Un treball conjunt en la mateixa dirección» ¡Juas!) ni te cuento.

Sigo por los Medios de Comunicación ‘lo que pasa’ en el Consistorio, los grupos políticos y, sobre todo, a los 65.278 habitantes que conforman ambos núcleos urbanos por medio de las noticias que generan como asociaciones, barrios, grupos de intereses, trayectorias individuales, etc. Es decir: lo que conozco es por medio de intermediarios. Y bien. Puede que mis criterios selectivos y mis herramientas de análisis y críticas no coincidan con esa imagen y realidad que se intenta reflejar en el suplemento de referencia. Por lo tanto, admito que, por desconocimiento —o no conocimiento in situ— mi percepción y conclusiones no tengan valor alguno.

Desde el balcón al que me asomo  —Medios, especialmente desde este digital que me acoge con generosidad— no observo yo tanta «efervescencia cultural, social (sobre todo) i económica a la ciutat». Quizá sea verdad que se esté apostando por potenciar «el patrimonio, la cultura (habría que definirla) i el turismo» como «motors econòmics i vitales», pero no estoy yo tan seguro que eso sea apostar por sus gentes (necesitaría más espacio para desarrollarlo, claro). Habría que analizar esos impulsos, sus promotores, sus beneficiarios reales, lo que va a llegar de todo eso a la gente que vive y sobrevive. Se me atoja casi todo (hasta las realidades en marcha) como un escaparate de propagandas con nombres muy de marketing; pues los presupuestos, las deudas y las recaudaciones son lo que son y dan para lo que dan. Es cierto —y de ahí puede venir la euforia— que hay viento favorable político: en la Generalitat triunfan «los nuestros». Y en Cataluña, los míos. Y en el Gobierno del Estado ¡por fin! los de «todos». Y en las Cortes Valencianas tenemos avanzadilla. Y en la Dipu, en dos días, Gaspar comarcal nos echará una manita. Y si nos visitan grandes Consellers como Marzá, e invierten generosos y solidarios empresarios como el Tito Roig, pues… Todo ello sin contar con la eficiencia y calado que supone desayunar cada día con la foto de Quico, Tarazona, Sampedro por cualquier motivo y excusa. En fin: Luego están los datos del paro (los de junio…), tipos de contratos, los desahucios y demás. Y es verdad también que, a poco que hagan, lo tienen «a huevo» dada la «casposidad» de las propuestas precedentes, de anteriores gobernantes. Sin olvidar tampoco que algunos de estos de ahora mismo ya gobernaron en su día, y mejor no sacar ahora sus «eclosiones» y rastros.

La gran pregunta es ¿A quiénes llega y beneficia tanta cultura, tanto turismo, tanto patrimonio, tantas «emociones a la fresca», tanto «luxe a Escena», tanta «innovació y dinamisme»?. Por de pronto, no estaría demás conocer en el portal de transparencia de las instituciones el coste de esas 15 páginas más contraportada a todo color, cuánto ha puesto cada uno, con cargo a qué partida, sobre qué Medios y en qué cuantía ha recaído el reparto del maná propagandístico, y qué han puesto los anunciantes privados de postín. Por aquello de que, si hemos de participar y participamos, como afirman, sepamos de entrada todas las verdades.

Pretendo aún asomarme a esta ventana antes de las vacaciones de El Económico, pero por si ‘la caló’ me lo impide, os/les deseo un aprovechable descanso y, si puede ser, desconexión.


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