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José Manuel Pedrós García

Macron

Viernes, 29 Junio 2018 11:37

El señor Macron ha protagonizado esta semana un incidente curioso con un estudiante, cuando éste le dirigió un saludo de «colegas», y al presidente francés no le hizo ninguna gracia y le recriminó su actitud. Por otra parte, se ha comentado, aunque menos, el gasto que han hecho los Macron, al emplear 50.000 € de los contribuyentes (500.000 según el semanario «Le Canard Enchaîné») en renovar la vajilla del Elíseo: Un escándalo en el país vecino, en el que el salario mínimo no llega a 1.500 €, la tasa de desempleo es del 9% (ya querríamos estos datos para España) y todos hablan de Macron como el presidente de los ricos.

De esto último no hay nada más que decir, habla por sí solo. Vamos a centrarnos en lo anterior.

El joven estudiante le dijo: «¿Qué pasa Manu?»; a lo que el presidente, ofendido, le respondió: «A mí me llamas señor presidente o señor», dejando claro «quién era él».

Creo que no fue adecuada la actitud del joven, es más creo que fue irrespetuosa, pero si todo hubiese quedado en eso, no habría pasado nada. Sin embargo, Macron añadió: «Estás en una ceremonia oficial, así que te comportas como debe ser. Puedes hacer el “imbécil”, pero hoy hay que cantar la Marsellesa y el Canto de los Partisanos. Me llamas señor Presidente de la República o señor, ¿vale?». Todo esto fue lo que, con cierto enfado, le espetó. A lo que el joven, cabizbajo, y con la lección aprendida, respondió: «Sí, señor presidente». Pero Macron seguía sin tener bastante, e insistió: «Muy bien. Y haces las cosas en orden. El día que quieras hacer la revolución, aprende primero a tener un diploma y a alimentarte por ti mismo, ¿de acuerdo? Entonces ya podrías ir a dar lecciones a los demás».

Sin embargo, ¿sabía Macron si el joven tenía o no algún diploma y se alimentaba por sí mismo? ¿Qué revolución quería hacer el joven? ¿Quién estaba dando lecciones? ¿Quién insultaba, empleando adjetivos despectivos como «imbécil»? ¿Hace falta un diploma para poder alimentarse? ¿Es necesaria una titulación para tener una formación, o uno la puede tener de una forma autodidacta? Pero sobre todo, un señor presidente, ¿no tendría que dar ejemplo, y ser más educado y menos hiriente?

Aquí, el señor Macron demostró qué talante tiene. Demostró la forma en la que no se debe actuar ante una situación tan delicada, de la que podía haber salido airoso, y sin embargo dejó entrever su carácter y sus formas más profundas. Y no quiero ser demasiado crítico, pero me parecen formas autoritarias, incluso chulescas, formas de alguien al que se le ha subido el cargo a la cabeza, empleadas para ridiculizar a un joven que —quizá— sólo le quiso mostrar su cariño de la forma en la que los jóvenes lo suelen hacer. Es decir, una actitud fuera de lugar, improcedente en un gobernante que vela por los intereses de los ciudadanos.

Algo más propio de una persona descarada e insolente, más incluso que el joven contra el que él arremetió. Alguien al que le viene grande el empleo que ostenta a los 40 años, y le adorna más la prepotencia que cualquier otra cualidad.


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