Lo consiguió, señor Sánchez. Ya es presidente del Gobierno, aunque haya entrado por la puerta de servicio, sí hombre, la de la servidumbre que usted y sus ministros van a tener que prestar a sus votantes en la Moción de Censura, y que en Cataluña ya está empezando a pasarle factura. ¡Vaya teatro que les tocó hacer! Lo suyo era ser presidente a toda costa: si no pudo ser en las urnas, porque los españoles no le votan, pues una moción de censura; pero había que buscar un motivo y mira por donde llegó la sentencia del caso Gürtel. ¡Ya podían echar a Rajoy!, aunque él no estuviese implicado, aunque con él se hayan creado en España 2.742.000 empleos, aunque se ha reducido el déficit en dos terceras partes y con ello logrado un conjunto de resultados económicos que nos han convertido en ejemplo de Europa.
Ya tenían justificación. Fue una buena representación, digna de haber recibido “mucha mierda” como antes se deseaba en los estrenos teatrales -aludiendo a que en la puerta del teatro hubiesen muchas defecaciones de los animales que arrastraban los coches de caballos -, claro indicio de que habría éxito de público. Sin embargo, señor Sánchez, en esta ocasión el éxito no ha venido por la cagada de los animales sino por la de ustedes, que para conseguirlo han tenido que ensuciarse (por decirlo más fino) en sus declaraciones anteriores. Las suyas: “Ni antes ni después el partido socialista va a pactar con el populismo. El final del populismo es la Venezuela de Chaves, la pobreza y las cartillas de racionamiento. Nosotros, ni el Partido Popular ni el populismo”; la de su ministro José Luis Ábalos: “ Los independentistas catalanes no pueden ser en ningún caso aliados nuestros, ni para una moción de censura” o la del también ministro Josep Borrell: “A nadie se le ha pasado por la cabeza formar un gobierno con el señor Tardá y el señor Rufián. No tenemos nada que hablar con ellos”.
Nada de lo dicho importa, no le sonrojan sus mentiras, sus tragaderas son grandes igual que su ambición por la presidencia. Ya está en La Moncloa, pero a su esposa no le gusta la decoración, así que más gastos, se impone un cambio integral, aunque sólo hasta ahora lo había hecho Zapatero y la de usted sea una estancia corta ¿o mentía también cuando aseguraba unas prontas elecciones? Usted no es de fiar. Ya dijo José Bono que Pedro Sánchez no es más que un “bluf”. Se ha creído que a falta de pan (votos), buenas son tortas (moción de censura), pero tenga cuidado porque se las van a dar por todos los lados.
