La que se está liando con la nueva camiseta de la Selección Española de Fútbol. Precisamente ahora que, según los muy bien informados comentaristas y tertulianos del PP estratégicamente repartidos por todos los medios, estábamos saliendo de los graves problemas creados por los dichosos catalanes; ahora que la economía empieza a funcionar; ahora que nadie se acuerda del juicio de la Gürtel; que los jóvenes ya aceptan con la debida resignación no tener jamás un trabajo fijo ni un salario digno; ahora que los pensionistas acatan perder gradualmente, año tras año, poder adquisitivo y que se resignan a compartir su pensión con hijos y nietos; ahora que se ha demostrado que no hay Podemos que desplace a Rajoy ni un milímetro de su sillón; ahora que el PSOE pasó del NO ES NO al NO ES SI para luego volver al NO ES NO e inmediatamente pasar a un definitivo NO ES NO…PERO SÍ.. ahora que parecía que lo tenían todo controlado, resulta que nace un nuevo problema: la camiseta de la Selección Nacional de Fútbol, la enseña más representativa que tenemos, la que, a falta de una bandera que nos integre a todos es capaz de unir tras sí a todos los españoles (incluyendo a la mitad de los catalanes) símbolo unitario capaz de unir lo que la bandera no sabe ni puede unir, va y resulta que la Federación acepta una camisola con una franja pintada de un azul que, vista de lejos, parece morado…
¿Pero cómo es posible que uno de los colores de la bandera republicana se haya colado en una camiseta que está diseñada para representarnos a todos? ¿Cómo se atreven a presentar una prenda tan horrible para ser la representación de la mayor (y quizás la única) ilusión que nos queda a los españoles? Hasta el perverso Pablo Iglesias se regodea diciendo que le gusta .. ¿Hace falta mayor prueba? Yo estoy con Eduardo Inda: no iré a ver ni un solo partido si no se retira esa camiseta. Gracias Eduardo, hace falta más gente como tú.
Es intolerable la vejación que se pretende cometer con nuestros valores. Esto de la camiseta es una prueba más de que no se puede bajar la guardia ni un solo momento, que el diablo acecha y aprovecha cualquier ocasión o descuido para envenenar a la sociedad y crear conflictos donde no debiera haberlos. Parece que estemos condenados a la división permanente, a repetir una y otra vez aquello de las dos Españas.
Ya está bien. Me gustaría saber quién ha sido el saboteador, quién ha diseñado esa maldita camiseta de la discordia y quién la ha aprobado. Mucho me temo que el maléfico Villar cabalgue de nuevo.
