Tras dos años y medio desde que se derribó la plaza de la Concordia, ese espacio sigue en un estado lamentable, sin sombra, ni ninguna otra cosa que le de un mínimo de habitabilidad o de vistosidad. Todo este tiempo esperando porque se nos vendió que se estaba negociando con costas la cesión del paseo marítimo para poderlo gestionar desde el Ayuntamiento, con lo que se pretendía hacer una intervención más ambiciosa… o eso nos decían.

El Ayuntamiento ha malgastado recursos personales, tiempo y dinero en un concurso de ideas en el que se aseguró que la intervención abarcaría la plaza, una de las pistas de tenis y el aparcamiento que hasta hace algún tiempo era explotado, al parecer de manera precaria, por un colectivo de personas con diversidad funcional. Sin embargo, después de esperar de manera paciente, ahora nos encontramos con que Costas, según informa el concejal de Urbanismo, se niega a ceder ese espacio como concesión al Ayuntamiento. Es decir, que el Equipo de Gobierno realizará la intervención en la plaza y adiós muy buenas… para este viaje no hacían falta tantas alforjas.

No obstante, me he quedado un tanto perplejo cuando me he enterado de que Costas si ha aceptado la cesión del Grau Vell y la peatonalización desde Almardà hasta Nova Canet. Que casualidad  que solo se ha producido la negativa para El Puerto. Y no es que me apasionara el proyecto que había presentado Pablo Abelleira para ese trocito de paseo de nuestra playa, pero manda bemoles que encima una buena parte de la inversión se quede sin realizar.

Por cierto, es un grandísimo error que se haya solicitado la cesión del Grau Vell, probablemente justificado por los sueños de la duópolis romana que defiende nuestro alcalde. Pero esos sueños se pueden convertir en pesadilla, puesto que asumir ese espacio dentro de dominio marítimo terrestre, puede conllevar una serie de obligaciones que aún no me explico porque tiene que asumirlas el Ayuntamiento de Sagunto.

De hecho, habrá que estar muy atentos al convenio de cesión que se tendrá que firmar con Costas, pues seguro que la letra pequeña habrá que leerla con lupa. Esta es una cuestión cuya carga económica está sin cuantificar, lo cual me parece una nueva locura, dentro de la vena de neronismo que en ocasiones le sale a nuestro alcalde. Ya verán ustedes como intenta sacar financiación de la partida que la Autoridad Portuaria tiene destinada para integrar el puerto Comercial y el Pantalán en la ciudad… al tiempo.