Y ahora… ¿qué? (I)

Viernes, 14 Julio 2017 19:29

Con fecha 29 de junio de 2017, los funcionarios de Personal Docente de los SS.TT. de Educación de Valencia,  ingresaron  en mi cuenta personal un importe económico  que venía a cumplir la resolución  de fecha 15 de junio de 2017, del DG de Personal, Sr. CARRIÓN, por la que “acataba” el escrito del Juzgado de lo Contencioso nº 7 de los de Valencia que, en una diligencia de ordenación fechada el cinco de julio de 2017, requería a la demanda(Consellería de Educación de la GV) a que en el “improrrogable plazo de DIEZ DÍAS procediera a la ejecución de lo resuelto en el fallo de la sentencia”; bajo apercibimiento de multas coercitivas…responsabilidades patrimoniales….responsabilidad penal …etc, etc,.

Con ello, el DGP resolvía(en parte, afirmo yo) lo ordenado en la Sentencia 148/16, de 26 de mayo de 2016 que,  a su vez, dejaba sin efecto la resolución de fecha 31 de marzo de 2015, de la Subsecretaría de la Consellería de Educación(por aquel entonces en manos del PP) por la que me suspendía de empleo y sueldo desde el 1 de julio al 31 de agosto de 2015, interrumpiendo mi cómputo de servicio a la Administración, y dejando de cobrar lo que ahora se me devuelve. Eso sí: sin intereses de demora. Y sin saber si van a pagar algún día las Costas a la que fueron condenados, lo que supondrá otra batalla, y otra  espera más.

La Resolución reseñada emite cualquier referencia a que, además, se me sancionó con traslado del puesto de trabajo, durante seis meses, desde ese Centro del Municipio porteño _del que ni siquiera quiero pronunciar  su nombre_ a la ciudad de Requena, a la única plaza de infantil disponible y, claro, por ese periodo. Se suponía que una vez cumplida la sanción debía retornar a mi plaza en propiedad como funcionario que, desde  septiembre de 1988(a efectos legales) y en la práctica, desde septiembre de 1992 en que tomé posesión en el  Centro, disponía.  Pero no. Sin legislación que lo avalara, y por tanto, nunca han aportado, determinan que ese traslado temporal  lleva implícito “pérdida de destino”. Es decir: pierdo mi plaza número  510857, y la sacan como vacante para adjudicaciones el 2 de julio de 2015. De nada sirvieron los escritos de alegaciones y recursos de 1/07 y 24/07 y 07/09  de 2015 y 18 de febrero y 17 de junio de 2016, dirigidos a la Dirección Territorial, con mando en plaza de los de la nueva política, al frente de cuyo organismo administrativo, se encontraba ya, y se encuentra, un incombustible sindicalista(y vicisitudes varias como Inspector) que, por supuesto, NUNCA se dignó contestar, lo que ahora comunicaré al Sindic de Greugues, para que quede constancia al menos.

A estas alturas, soy consciente de que esta colaboración estará siendo tediosa, pero era necesaria para mí, y a todas las personas que en su día confiaron en este funcionario. El martes 20 de mayo de 2014, EL ECONÓMICO (pueden buscar en su interesante hemeroteca) daba cuenta de la noticia, porque al fin y al cabo, con modestia,  tenía su interés y yo mismo les facilité la información oficial ya de mi propiedad: la Resolución. Y que yo mismo coloqué en la puerta de ese Centro. “La Consellería investiga a uno de los profesores del…..acusado de no conseguir “el respeto de sus alumnos”, decía el titular.

Resultó que, un 2 de octubre ¡del 2013!  se me incoó el expediente  disciplinario 636/2013(por supuestos hechos acaecidos en el transcurso de quince días de mayo(antes fui bueno, y los alumnos “me respetaban”), en el curso 2012-13; y que se me comunica el 23 de noviembre 2013 (primer incumplimiento de la Ley que me beneficia, pero que obvian: han pasado casi dos meses) por parte de la Subdirección General de Personal competente entonces. Lo proponía el Sr. Director Territorial de aquel entonces, que a su vez, se basaba en sendos informes del Sr. Inspector de Zona, de fecha 7 y 21 de junio de 2013 (nunca habló conmigo; y es más, físicamente, no sé qué cara tiene, pero sí cómo y lo que escribe en los informes y email que figuran en el expediente judicial aportados por el Instructor). Y en qué se basaban esos informes? Por supuesto: en los informes de 31 de mayo y 4 de junio de 2013, emitidos y enviados por la Directora del Centro por aquel entonces; con aquellos “testimonios” por escrito de maestras de infantil, y otras actas, ciertas, presuntas y ficticias, y demás folios que constan. Poco a poco, ahora, en mi blog personal “TRAZOS CON LUZ”, en las redes sociales, y después en mi libro (si me quedan fondos) se podrá conocer extremos recogidos en el expediente judicial, que como tal, está depositado en el Juzgado  correspondiente. En mi defensa, que bastante aceite han esparcido ya.

¿Y a quién me “asignaron” de Inspector Instructor? Pues a un señor Inspector de Educación  De “la casa”, vaya.  Le debió parecer el  más competente y “terrible” de todos ellos (ya comentaremos detalles) que aquel 10 de enero de 2014, en el despacho de dirección del centro, solitos ambos, me ¿advirtió? que  “él tenía expedientes resueltos con más de dos años de suspensión”. ¡Qué miedo! Tenía por Ley un año para resolverlo, y no lo hizo. Pidió seis meses de prórroga que “sus jefes”, claro, le concedieron sin justificación alguna. El contenido de sus “actuaciones” son memorables, y dignas de estudio. Su ¿Informe a la desesperada? de fecha  ¡17 de marzo de 2015! es otro anal igualmente memorable en la tramitación de expedientes disciplinarios. Pone en mi boca, por ejemplo, que ese día le dije: “ no sé si se dá usted cuenta de lo tranquilo que estoy, porque yo ya me he cargado a cuatro inspectores”, a lo que él, dice, me respondió: “ todos mis expedientes han terminado en sanción”. Ahora supongo que la próxima vez tendré que afirmar que “me he cargado a cinco”, porque el varapalo que le dan en la Sentencia es para que nunca más lo vuelvan a designar Instructor de expedientes disciplinarios.

Y porqué iniciaron ese expediente (como el anterior y los posteriores) contra mi persona? Es simple. Es mi tesis y convicción(y sabe el cielo que por mí no ha quedado, y de mí no ha dependido no contárselo “al Rey”). Repiten el mismo patrón. Y en estos últimos años se evidencia claramente en los medios de comunicación y en las audiencias judiciales. En “Plataforma por la Honestidad” informan de ello.  Hay poco o mucho ¿que tapar? e incompetentes gobernando, “arribados” mediante el dedo. Tú quieres cumplir con tu función social, con la normativa. Escribes por registro, Informas. Insistes. Expones. Elevas. Denuncias. Recurres. Te defiendes. No te callas… ¡Ya la has liado! Lo de menos son los HECHOS, LA VERDAD, LA JUSTICIA, EL RIGOR, LA IMPARCIALIDAD OBLIGADA. El objetivo es claro: o desistes, o te callas,  o te vas, o caes enfermo, o te rindes. Si no lo haces: te pueden difamar, señalarte socialmente. Te aíslan, te estrangulan económicamente, sin sueldo y haciendo frente a los gastos de la defensa. .  La decisión la tienen tomada. Para salvarme yo, te apuntamos a ti. Y si resistes, luego viene otro, y otro, otro... Mi persona, como funcionario, soporta cuatro(Los tres últimos, uno por cada curso escolar. Nunca llamé a sus puertas ni visité sus despachos. En su Twiter, alguien menos sospechoso  que yo, funcionario  también lo es, el ya exSecretario del SUP informa que, en su currículum, constan ¡12 EXPEDIENTES DISCIPLINARIOS! y ningún ascenso. Otro “conflictivo”. Claro. Me lo explico: vean el desfile de cargos policiales, con sus nombres y galones,  desfilando por juzgados y comisiones de investigación y parlamentarias.

Mi propia explicación detallada sobre los motivos de mi propio expediente la daré ordenadamente y secuenciada en una próxima entrega(II). En este BLOG de “Cascorro con la lata” en algún momento se ha informado de ello. Es más: el contenido de mi Blog fue el motivo, pienso, si no el principal,  sí el decisivo, en la aperturas de los Expedientes Disciplinarios por parte de la Consellería en manos del PP. Consta alguno, escaneado y remitido por fax “a las autoridades”. Y lo sigue siendo con los nacional-istos, socios-listos (con los podem-listos de palmeros) en el poder de la Consellería de Educación, de la CV(ya lo cuento otro día).

Mi reconocimiento y gratitud a los que desde estas páginas de El ECONÓMICO, en su día, se mojaron poniendo su cara, su nombre, su testimonio. Escrito está. Y mi orgullo (reflejado en mi Expediente Personal funcionarial que consta) de haber hecho lo suficiente, según mis posibilidades. No quiero que lo borren, aunque me pudiera corresponder. Los gane, o los pierda. 


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