Parece que los problemas de este país sean insuperables, que no haya forma de levantar la cabeza, que estamos en el centro de la vorágine de un remolino que nos arrastra hacia el fondo de no se sabe qué profunda sima. Y no es así. Cierto que el problema que tenemos es muy gordo, pero no tan complicado. Depende simplemente de la voluntad pero sobre todo de la dignidad del pueblo español.

Podemos dividir a los partidos políticos en dos grupos: los que lo hacen mal y los que lo hacen peor. Con eso tendremos que convivir. Pero hay dos formaciones que están fuera de esta distinción porque ya nadie puede considerarlos como partidos sino como organizaciones mafiosas. Después de años haciendo todo tipo de maniobras y trucos para evitar a la justicia, corrompiéndola hasta donde pueden, y pueden mucho, queda claro y a la vista de tod@s que sus dirigentes no solo se han forrado a nivel personal sino que además han financiado ilegalmente a sus partidos ganando elecciones tras elecciones a base de dinero negro. Tod@s sabemos cómo lo hacen.

Hace ya mucho tiempo que para nosotros han dejado de ser presuntos para ser directamente una banda de chorizos de grueso calibre. Esta “democracia” necesita regeneración y aunque este país no esté para hacer muchos milagros los ciudadan@s tenemos no solo el derecho sino también el deber de mostrar nuestra indignación, y, una de las formas de hacerlo es crear una plataforma de indignad@s que recoja firmas para reclamar y exigir la ilegalización del PP y de Convergencia por su financiación mafiosa. Ya sé que Convergencia ya no se llama así, pero todos sabemos de qué va y que siguen siendo los mismos. Es que nos toman por imbéciles y si no hacemos algo para remediarlo estaremos demostrando que lo somos. ¡Ya está bien!

El Sistema ha perdido el poder de hipnotizar y engañar. Las palabras democracia, estado de derecho, ley, orden, han perdido su sentido. Necesitamos una nueva Constitución, otras reglas de juego donde l@s que voten derechas o izquierdas no tengamos que taparnos las narices cada vez que nos acerquemos a una urna. Hay que crear una plataforma ciudadana apartidista, una plataforma que agrupe a todos l@s que se sientan decentes y cabread@s para hacer llegar los millones de voces infinitamente indignad@s y preocupad@s por la deriva infecciosa en que ha devenido la política española en estos últimos años. Ni podemos ni debemos aguantar más.

Estos días estamos oyendo las burlescas palabras de desmemoriados sobrevenidos: No sé. No me acuerdo. Lo desconozco. No me consta. Pero a nosotros, al pueblo español, sí que nos constan un montón de cosas, entre ellas que esta gente son pura mafia.