Extraordinario y conmovedor el programa de la Sexta del pasado domingo dedicado exclusivamente a contarnos la canallesca actuación del PP valenciano con las víctimas del accidente del Metro de Valencia. Ya antes lo había hecho Jordi Évole en “Salvados”, pero este reportaje-documental actualiza y deja muy claro que la actitud del PP frente a las víctimas no ha cambiado ni parece que vaya a cambiar nunca. Peor para ellos.

 

En este reportaje destacan varias actitudes muy elocuentes: la de la cúpula del PP valenciano en la que sobresalen las técnicas mafiosas que han venido empleando para gobernar; la cobarde y sucia actitud de los técnicos de ferrocarriles y metro involucrados a su pesar en el accidente que, en ningún momento apoyan con sus declaraciones ni con la verdad a las víctimas del accidente; a la prensa valenciana, especialmente a Canal 9 y sus mentiras, o el ninguneo aplicado a las víctimas y a sus familiares; la de la ciudadanía de la ciudad de Valencia a la que le costó siete años darse cuenta de que los días 3 de cada mes las víctimas se manifestaban en la Plaza de la Virgen. Mientras, electoralmente, el PP arrasaba en Valencia con sus mayorías absolutas y vivía los momentos más felices de su historia disfrutando de la impunidad más absoluta.

 

Recordando que es de sabios tener en cuenta la historia para no repetirla y por no dedicarme únicamente a mirar atrás sino también hacia el futuro quisiera plantearte querido lector, ya que has llegado hasta aquí, alguna que otra cuestión acerca de la puesta en marcha del nuevo Canal 9 ¿De verdad vale la pena gastarse una millonada en poner de nuevo en marcha ese monstruo de infame recuerdo? Otra: aun teniendo mucho cuidado en no cometer los mismos errores ¿es necesario poner en marcha una maquinaria que puede volver a caer en manos de desaprensivos? véase lo que ocurre con la Radio Televisión Española, especialmente con TV1.

 

En todo caso y teniendo en cuenta que la decisión parece estar tomada, lo que el pueblo valenciano debería exigir es una norma que impida a cualquiera que haya ejercido de periodista o haya disfrutado de un puesto directivo o mando intermedio en el defenestrado Canal 9 volver a formar parte de la plantilla. La razón es muy simple: todos fueron cómplices. Unos de motu propio y otros por cobardía y falta de ética. No merecen comer del bolsillo de los valencianos.

 

Ni que decir tiene que esto no tendría que ir contra los técnicos que se ocupan de las transmisiones, sonido, imagen, iluminación, fotografía ni tampoco contra el personal administrativo.

 

Sigo pensando que se debería hacer una consulta sobre este tema. Me parece absolutamente innecesario gastarnos lo que no tenemos en una nueva máquina de generar problemas. ¿Quién los necesita?