Estas últimas semanas hemos podido disfrutar de una soberbia exposición organizada por la Asociación Patrimonio Industrial Puerto Sagunto, bajo el título: “un siglo forjando un pueblo”.
He coincido con algunos de los que han acudido al Centro Cívico, pues hemos tenido sentimientos encontrados, entre la emoción de ver esas maquetas tan cuidadosamente montadas y recuperadas para la ocasión, y la congoja pensando en que cuando se acabara la exposición, todo ese patrimonio se iría nuevamente a descansar en algún lugar poco apropiado para ello, continuando con el deterioro que ha padecido durante los últimos años.
Algunos aún recordamos cuando casi todo este material fue expuesto en la celebración del centenario de El Puerto, allá por el año 2002. Y es justo lo que ocurrió entonces, lo que probablemente se volverá a repetir. Buena parte de esas piezas, incluidas las maquetas, han estado semi abandonadas en alguno de los edificios de la gerencia o en la nave de talleres, donde solo algunas personas se han ocupado como han podido de este legado, a través de la ya prácticamente finiquitada fundación de patrimonio industrial de Puerto de Sagunto, a parte de la colaboración desinteresada de otros ciudadanos que se desviven cada día por intentar salvar esta parte de la historia de nuestro pueblo.
Bajo mi punto de vista, esta exposición debería contar con un espacio que la hiciera permanente. Y el lugar idóneo es el museo industrial cuyas obras están pendientes de finalizar, pues el anterior gobierno lo dejó enfangado, y el actual demuestra una vez más su nula capacidad para gestionar las cosas. Mientras el Alcalde se preocupa de su Sagunto romano, deja el patrimonio industrial abandonado a su suerte. Y si no, ahí tienen como muestra el Horno Alto cerrado, al igual que las oficinas de la Gerencia, o el archivo pendiente de tratar y clasificar o como ya he explicado el museo inacabado tras dos años de gobierno municipal. Me pongo a escribir y mi congoja se convierte en indignación y rabia…
