Polémica con las “cacas” de perro

Viernes, 12 Mayo 2017 16:22

Estos días atrás, dentro de uno de los grupos de simpatizantes de Iniciativa Porteña, se levantó cierta polémica porque una de las integrantes se quejó amargamente por la suciedad existente en su barrio, dada la gran cantidad de heces de perro que había por las aceras y lugares de paso.
 
De inmediato, surgieron voces con soluciones muy dispares, y otros, en este caso propietarios de perros, se sintieron incómodos porque realmente cuando cualquier ciudadano está disgustado con esta situación, parece que está acusando de actuar mal a todos los propietarios de animales. El caso es que hubo cierto enfado e incomprensión entre unos y otros. Ayer mismo, en un acto en el que participaron el resto de fuerzas políticas del Ayuntamiento, comenté este asunto con un concejal de otro partido, que me aseguró que dentro de su agrupación ocurre exactamente lo mismo, en lugar de hablar con serenidad, siempre hay unos cuantos que acaban tirándose los trastos a la cabeza. De hecho, hay cierto miedo entre los grupos políticos a tratar el tema con valentía, precisamente para evitar este tipo de polémicas.
 
Según observo en mi día a día, la inmensa mayoría de los dueños de perros, tienen un comportamiento ejemplar, pues son unos pocos los que se encargan de enturbiar la convivencia ciudadana. De hecho, con la creación de los Pipi-canes y con la concienciación que va calando entre los vecinos, el problema se ha reducido en los últimos años, si bien la suciedad en algunas zonas es muy visible.
 
Reconozco que es difícil actuar desde el Ayuntamiento sin que esto genere polémicas, pero dada la situación es necesario coger el toro por los cuernos. Desde mi punto de vista, existen suficientes herramientas como para intentar atajar la situación e incrementar el nivel de satisfacción de los ciudadanos. La primera que es un clamor, mejorar la limpieza de nuestras calles, para lo que me consta que se va a poner en marcha un equipo de limpieza y baldeo en las zonas más castigadas por los excrementos de los perros. Lo siguiente sería una campaña informativa porque me temo que muchos de los propietarios de animales desconocen las ordenanzas municipales, que recuerdo, el ayuntamiento está obligado a hacer cumplir.
 
He de decir que no hace falta escribir más normas, puesto que éstas vienen recogidas en la ordenanza de convivencia, concretamente en los artículos 80 y 81, entre cuyos puntos quiero destacar cuestiones como las siguientes:
 
a) Los perros no podrán acceder a las zonas ajardinadas, parques y zonas de juegos infantiles.
 
b) Las personas que conduzcan animales de compañía deberán impedir que éstos depositen sus deyecciones en las aceras, calles, paseos, jardines y, en general, cualquier lugar dedicado al tránsito de las personas o juegos infantiles. Los propietarios o responsables de animales están obligados a recoger de inmediato los excrementos sólidos que los mismo depositen en la vía pública.
 
c) El incumplimiento de las obligaciones descritas en esta sección serán consideradas como infracciones leves.
 
Esta ordenanza de convivencia, refleja otros aspectos, pero me quiero centrar en estos tres, cuyo incumplimiento se recoge como infracción leve, que conlleva multa de entre 50 y 249 euros. También se deja la puerta abierta a sustituir estas sanciones por trabajos en beneficio de la comunidad.
 
Es decir, que existe una ordenanza con una serie de medidas sancionadoras, pero insisto, lo primero sería informar “in situ” a los propietarios que las incumplan. Con las tres medidas que he comentado se podría conseguir un avance, aunque no exento de polémicas. Información sobre nuestras obligaciones, mayor limpieza y, en caso necesario, sanciones.

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