Avanzamos hacia el segundo año de legislatura y el gobierno del cambio, apenas se ha notado en El Puerto. Son muchos los ciudadanos que se preguntan en que hemos mejorado tras el cambio de gobierno Municipal. Los problemas que teníamos hace dos años, persisten fruto de una forma de gestionar muy deficiente.

 

La plaza de la concordia en la playa, que fue vallada en el mes de marzo del 2015, sigue esperando la prometida intervención, que el propio concejal de urbanismo, afirmó estaría terminada para antes de este verano. Me temo que no, que seguiremos con esa chapuza en primerísima línea de playa. Y no es la única, pues no han escuchado las peticiones para intentar solucionar la imagen y malas olores que provocan las decenas de contenedores que hay en la avenida del mediterráneo, el indecente aparcamiento tras el abandonado edificio de la cruz roja, la peste provocada por la estación de bombeo, o por poner otro ejemplo en nuestra fachada litoral, el agua que se estanca en el canal de Ciudad Mar.

 

Hablan de construir un campo de fútbol entre El Puerto y Sagunto, una instalación que no ha pedido nadie en ese lugar. Sin embargo, ahí está echándose a perder la estructura del pabellón de en frente del cementerio, que está pendiente de acabar, y eso a pesar de que tiene consignadas las partidas presupuestarias, tanto desde el Ayuntamiento, como de la Generalitat. El campo del Biensa, que se va a remodelar según un proyecto que aún no ha sido licitado, que dijeron que comenzaría las obras para el inicio del verano, pero mucho me temo que no será así. El césped del Fornás, que sigue esperando para ser cambiado y ya veremos si llegan a tiempo.

 

Nuestro patrimonio industrial ha sido abandonado, pues en este tiempo no ha habido ningún avance, sino más bien ha empeorado su situación, con el Horno Alto cerrado a cal y canto, el museo industrial sin acabar, las oficinas de la gerencia sin uso, pero eso sí, han restaurado un chalet, sin uso definido que ya verán ustedes como cae en manos de los amiguetes de quienes mandan.

 

No tenemos puente sobre el río Palancia que una las playas de Canet y El Puerto, que tampoco cuentan con el prometido paseo “azul” sobre el delta. Y que me dicen del tren de cercanías cuyo proyecto se ha quedado a las puertas del Ministerio de Fomento. Nuestro transporte público sigue con las deficiencias en las horas punta, con masificación y pasajeros que viajan de pie en los autobuses dirección a Valencia. La carretera de la cuarta planta sigue sin estar desdoblada, seguimos sin acceso ferroviario al Puerto Comercial y sin la necesaria carretera de entrada a la dársena sur.

 

Son muchas las calles y también las grandes avenidas pendientes de reasfaltar, y algunas de las cuestiones urbanísticas importantes siguen sin resolverse, caso del Malecón, por el que le piden al ayuntamiento 100 millones de euros, o los solares que hay en torno a las viviendas de San Francisco de Borja, cuyo ordenamiento no se ha decidido en estos dos años.

 

Podríamos seguir hablando de algunas promesas incumplidas, como el instituto número cinco que nos dicen que se comenzará en esta legislatura, algo que me parece bastante difícil, pues los del equipo de gobierno parecen conformarse con que en los colegios de El Puerto, los consejos escolares se hayan decidido por la línea de valenciano. Y podríamos seguir enumerando una cuestión tras otra, seguro que a ustedes se les ocurren muchas más, pero lo que queda claro es que todo sigue igual… o peor…