El calvario de Lafarge

Viernes, 03 Febrero 2017 16:43

La historia se repite. Ya el 9 de agosto de 1938 se emitió un sello en Homenaje a los obreros de Sagunto, con una escultura de Agustín Querol y un fondo de chimeneas de la factoría siderúrgica, que llevaba como Texto de la cabecera: “A los obreros de Sagunto”. Y es que ya en los años 1930 a 1932 se sucedieron los despidos en la fábrica siderúrgica debido a la falta de producción. Durante la Guerra Civil, Sagunto tuvo que soportar numerosos bombardeos por lo que el tres de junio de 1938 se le concedió el “Distintivo al Valor”. Después de la guerra, vinieron años de bonanza y florecimiento, tras muchas movilizaciones y visitas del entonces Jurado de Empresa en su demanda, se anunció que la IV Planta Siderúrgica Integral, venía finalmente a Sagunto, pero sólo se quedó en un tren de Laminación en Frío y nueva merma en la plantilla de la empresa, hasta llegar a menos de 1000 empleados, de los más de 6.000 que llegó a tener.
 
En los últimos años la población de Puerto Sagunto vuelve a sufrir la crisis económica nacional que en nuestro caso provoca el cierre de Galmed y más tarde Bosal.
 
Y ahora, frente a la buena noticia de la reapertura de Galmed, estamos viviendo meses de amargura al ver el calvario por el que están pasando los trabajadores de Lafarge. Y el caso es que después del Pleno Municipal del pasado 17 de enero todo parecía que se les aseguraba el trabajo a estos compañeros, pero de nuevo el fantasma de la duda, del posible engaño, se cierne sobre sus cabezas. Parece que no tienen claro que se ajuste a la realidad el anuncio que el alcalde de Sagunto, asistido por el secretario general del Ayuntamiento, hizo en el sentido de que desde el 13 de enero se había acordado la suspensión del expediente relativo a la ocupación de monte de utilidad pública por parte de Lafarge y por tanto podría seguir explotando la cantera a partir de diciembre próximo.
 
Según se informa, la cementera ha iniciado una ofensiva legal ante el Ayuntamiento y la Generalitat. Y los trabajadores mantienen movilizaciones y el encierro indefinido de unas 35 personas hasta tener seguridad de que la administración da el visto bueno a la continuidad de la actual cantera.
 
No sé si cuando se publique este escrito habrá una solución que tranquilice al personal de Lafarge, cosa que celebraré, pero, si no es así, me uno desde aquí a la protesta de estos trabajadores en defensa de su puesto de trabajo; algo sagrado por lo que desde siempre han luchado todos los partidos políticos, sindicatos y gente de bien.

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