¡¡¡Fuerza Bosal!!!

Viernes, 20 Enero 2017 17:47

Entre las conversaciones que he mantenido estos días, bien en persona o por redes sociales, ha dado la casualidad de que me he reencontrado con varios trabajadores del colectivo BOSAL. Gracias a la lucha que mantuvieron tras el cierre de su empresa, este municipio consiguió una serie de ayudas para la reindustrialización, ayudas que a ellos no les han llegado. De los más de 200 trabajadores que se quedaron en el paro, algunos han encontrado trabajo, otros están en vías de jubilarse y en torno a un centenar, están ahora mismo desempleados.
 
El pasado año, las administraciones destinaron cuatro millones a la reindustrialización. Gracias a la desastrosa gestión del equipo de gobierno municipal, se han perdido cerca de tres de esos millones. El resto se ha empleado en financiar proyectos de empresas ubicadas en nuestros polígonos.
 
Pepe es uno de esos trabajadores cuya situación no es nada halagüeña. Ha trabajado en una ETT en un pueblo a 70 km de aquí, con unas contrataciones que apenas le suponían 900 euros al mes. Pero ahora mismo está desempleado y me reconoce que él no ha recibido ninguna ayuda de ese dinero que se consiguió gracias a su lucha en la calle. Se le ve preocupado, busca respuestas al destino de esos fondos, los que se han perdido y los que se han dado como ayuda a empresas. “¿Cuántos contratos han supuesto esas ayudas? Ninguno…¿ que impacto ha tenido sobre el desempleo en la comarca?”... se le ve molesto, afirma que “nadie pide explicaciones y nadie hace esas preguntas en la prensa”… le intento explicar que esto de las ayudas tiene su miga y es muy complejo a lo que me repone : “yo soy muy simple, las ayudas las hemos peleado para el pueblo, pero nosotros no hemos visto ni un euro”.
 
Paco, es otro ejemplo diferente de lo que ha ocurrido con este colectivo. Gente positiva y de los que darían lo que tienen para ayudar a los demás. Me dice que a sus 61 años, estuvo en el INSS para solucionar lo de la jubilación; “me preguntó la señorita del INSS que si yo me quería jubilar con 61 años, a lo que le respondí que no, que me obligaban a jubilarme”… Así de llano y de sincero, pues él desearía seguir en su puesto de trabajo, que sin saber muy bien cómo, una pandilla de delincuentes se lo robó.
 
No todos han corrido la misma suerte, Quico encontró trabajo, aunque reconoce que le costó un poco… en BOSAL había profesionales con mucha experiencia como él. Afirma que “se enteró de un puesto de trabajo en Valencia a través de un conocido”…me comenta que cuando vieron como soldaba “me dijeron que contaban conmigo, y ahí estoy”… su cara refleja la satisfacción de estar haciendo algo reconocido como un derecho: trabajar.
 
Estas son historias de vida reales, y hay 200 más entre el colectivo BOSAL…Esta es la historia de una tremenda injusticia. No merecían el trato que les dio la multinacional y no merecen el trato que les han dado las instituciones. Dos años después de su despido, están a la espera de que queden resueltas definitivamente las ayudas para los que se jubilan y la llegada de Fondos Europeos de Adaptación a la Globalización(FEAG), otra promesa más que ya veremos en lo que queda. Espero que les vaya bien, porque de verdad se lo merecen…
 
¡¡Fuerza Bosal!!

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