Estaba convencido de que la amenaza especulativa que flotaba sobre el conjunto de la Gerencia, se materializó cuando la progresía de este municipio aprobó el Plan General de Ordenación Urbana de 1992, en el que se le otorgaban a la siderúrgica, propietaria de la ciudad jardín, derechos edificatorios, precisamente, en la propia Gerencia. Creía que la rehabilitación de la Nave de Talleres se llevó a cabo al principio de la década de los 2000, por parte del Gobierno de la Generalitat, para que los ciudadanos del municipio de Sagunto comprobaran que, después del fiasco de la Ciudad del Cine, iba a ser una rotunda realidad la Ciudad de las Artes Escénicas anunciada por Zaplana a bombo y platillo el 24 de febrero de 2000. Pensaba que, finalmente, la Gerencia había terminado en manos del municipio, como consecuencia de la permuta urbanística promovida por el PP y SP, que sirvió para trasladar, fuera de este recinto, los derechos urbanísticos que en su momento le regalaron a la siderúrgica las fuerzas políticas que aprobaron el PGOU de 1992, es decir, el PSOE, PP, CDS, y EU, exceptuando a Ramón García Ortín, que no acudió al pleno.
Sin embargo, después de leer las conclusiones de la jornada «Repensar los antiguos espacios industriales», me he dado cuenta de que estaba tremendamente equivocado, de que los hechos no han ocurrido de esta forma, será porque al ser poco riguroso y algo mayor, confundo la realidad con la ficción. En estas conclusiones dejan claro sus redactores que la plataforma y la consigna de: 'Gerencia Pública Ya', fue la responsable de articular una presión social tan poderosa que es la que forzó a las administraciones a tomar, entre otras, las iniciativas que he citado antes. Ojalá fuera tan eficaz la presión social. En definitiva, la citada comisión ciudadana, que anunció su disolución en octubre de 2010, fue la verdadera artífice de estos y otros avances en materia de patrimonio industrial, o sea la auténtica heroína de esta batalla épica sin precedentes, según se desprende de este texto carente, a mi criterio, del más mínimo recato.
La Comisión Pro Gerencia Pública cumplió un papel muy importante durante 15 años, es decir, entre 1995 y 2010, es cierto, como también lo es que una parte de esa comisión, desde otro ámbito, dio luz verde al PGOU de 1992, que, como he dicho, otorgó derechos urbanísticos a favor de la siderúrgica para edificar 261 viviendas en este recinto, incluidos los chalets ya construidos. De esas conclusiones sí comparto que todavía queda mucho por andar y, en esa ardua tarea, hemos de arrimar todos el hombro, cada uno en su ambito, pues, aunque se han hecho grandes avances, es mucho lo pendiente.
