Tras el paso por el Ayuntamiento de Sagunto, el pasado miércoles, de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional, en una operación dirigida por la titular del Juzgado número 4 de Sagunto, y de acuerdo con la nota oficial emitida por el propio TSJCV, es evidente que se investiga a 12 personas físicas: el anterior alcalde, Alfredo Castelló, y once ediles y ex concejales, así como 6 empresas beneficiarias de las adjudicaciones presuntamente irregulares. Continua secreta la causa que se sigue, en fase de diligencias previas, por un presunto delito de prevaricación y cohecho, por tanto se desconoce la identidad de los once afectados por esta investigación, que son o han sido munícipes de Sagunto, por lo que, inevitablemente, la sospecha recae sobre todos los ediles que en la actualidad conforman el grupo del PP en el Ayuntamiento y, desde luego, aquellos populares que fueron cargos públicos entre 2007 y 2015.
Ya marca un antes y un después el registro de las dependencias municipales por parte de los agentes de la UDEF, todo ello, con independencia de la deriva judicial que pueda tener esta actuación. Si a los ediles del Partido Popular se les pregunta, cada vez que critican al tripartito, si han devuelto los móviles de alta gama, ahora, que están envueltos en estas pesquisas por presunta corrupción, les caerá la del pulpo cada vez que intervengan en el pleno municipal o aparezcan en las redes sociales.
El Partido Popular no se ha caracterizado, durante este periodo de oposición, por ser especialmente crítico con el Gobierno tripartito del señor Fernández, sin embargo, todo indica que, a partir de ahora, todavía será menos relevante su papel en el consistorio. Esconder la cabeza bajo el ala, ante el tsunami que les ha pasado por encima, puede que no sea la mejor política a seguir o quizá sí. El tiempo lo dirá.
Aunque alguno ya ha empezado a bucear en el pasado, para ver qué competencias recayeron en los ediles de IP cuando se integraron en el Gobierno del PP, entre el verano de 2008 y febrero de 2010, a partir de ahora Iniciativa Porteña y Ciudadanos tienen el terreno abonado para cobrar un mayor protagonismo desde la oposición al tripartito, cuestión distinta es que sepan aprovechar esta oportunidad.
Lo que importa ahora es que estos hechos se esclarezcan a la mayor brevedad posible y, llegado el caso, se depuren las responsabilidades penales. El mensaje tiene que ser inequívoco: tolerancia cero con la corrupción. Pero la vida sigue y, entretanto, el PP de Sagunto, que ha quedado muy tocado, tendrá que ver qué camino toma.
