Como todos los años, el pasado 3 de octubre se celebró en nuestra población el Día de la Policía con los actos acostumbrados en la festividad de los Santos Ángeles Custodios. En esta ocasión la Misa fue en la Iglesia de Nuestra Señora de Begoña, a la que siguió un acto conmemorativo en el Paseo de la Alameda y un Vino de Honor en el Restaurante Mirador de Sagunto.
Esta vez los “saludas” invitando al acto no recomendaban a los asistentes vestimenta alguna, cosa que personalmente yo veía bien, pues es una costumbre protocolaria orientativa, que nunca viene mal, Pero, en fin, todo quedó en el buen gusto y sentido común de los asistentes que en general vistieron de la forma acostumbrada para estos actos, salvo alguna excepción que luego comentaré. Claro que a la que agradó la omisión del protocolo en la vestimenta fue a Dª Roser Maestro, Concejala Delegada de Policía, y así lo hizo saber, aunque dijo que aún faltaba suprimir la Misa. Será por eso por lo que, según tengo entendido, la solución que han dado desde nuestro Ayuntamiento es prohibir a todos los concejales la asistencia a los actos religiosos, en representación del mismo. ¡Ahí queda eso! Qué lejos aquello de “prohibido prohibir”.
Quizá no se ha entendido que el Gobierno municipal representa a todos los ciudadanos y que un estado laico es neutral en materia de religión, por lo que no ejerce apoyo ni oposición explícita o implícita a ninguna organización o confesión religiosa. Es decir, se respeta la libertad de culto, sea de la religión que fuere. No entiendo, pues, la prohibición dada a los concejales bajo amenaza de una sanción, ni el querer adoctrinar a los anfitriones de un evento sobre si deben o no incluir actos religiosos. Es decir: libertad para todos, para los organizadores y para los invitados, que siempre les queda el recurso de no acudir si no les interesa.
Y vuelvo a la vestimenta, porque efectivamente había libertad de acudir como quisiéramos, y la gran mayoría de los caballeros íbamos con traje y corbata. Únicamente destacó el alcalde de Sagunto, D. Francesc Fernández que acudió con traje pero la camisa desabrochada y sin corbata. Hasta aquí todo pasable si no hubiese tenido que presidir el acto y pasar revista, junto al Jefe de la Comisaria, D. Servando Minuesa, a una representación del Cuerpo de la Policía Nacional, en posición de “firmes” y debidamente uniformada. Humildemente creo que no está bien, y así se comentó durante el acto, que alguien pase revista y lo haga sin el lógico decoro y respeto a quienes se está “revisando”.
Piénselo, señor Fernández: la campechanía está reñida con la corrección.
