En el último pleno, viví uno de esos momentos en los que uno, realmente siente asco por la forma en la que determinados partidos hacen política. O más bien alguna de las personas que ejercen como regidores de esas formaciones.

 

Se presentó una moción conjunta entre IP, Ciudadanos y PP, en la que básicamente se pedía que se realizaran las obras pendientes en el Casino y en la zona de las oficinas de la gerencia, en las que la Unión Musical Porteña desempeña su actividad; también se solicitaba que el otro ala de ese edificio recién restaurada, se utilizara para prestar servicios administrativos municipales, descentralizando los departamentos que únicamente atienden al público en Sagunto. Esta moción era una copia exacta de lo aprobado hace un año con el consenso de los tres grupos que la presentamos, más el PSOE. El motivo de presentarla de nuevo, era reafirmar la petición, pues tras estos 365 días, no se ha hecho nada por cumplir con el mandato plenario.

 

El edil de urbanismo, Pablo Abelleira (ADN), salió para decir que estaba de acuerdo con la mayor parte de la moción y que pensaba cumplirla, pero que como ya se había aprobado hace un año, que la dejáramos sobre la mesa. Para mi sorpresa, esta petición fue respaldada por el PSOE, con lo que no teníamos la mayoría necesaria y por lo tanto, se retiro del orden del día. Es decir, teníamos la oportunidad de mantenerla y obtener mayor apoyo que hace un año, y si de verdad el señor Abelleira pensaba cumplir con su contenido, esa moción se tenía que haber aprobado junto al PSOE y ADN, y no sé que hubieran hecho EU y Compromís.

 

Sin embargo, el PSOE cambió lo que hace tan solo un año veía con buenos ojos, y ahora deja el futuro de las oficinas en manos de su negociación por entrar en el equipo de gobierno. Esa es la conclusión, no les importa dejarse la dignidad en el camino con tal de entrar a gobernar con el tripartito. Y esto me dolió, pues hay personas dentro de ese grupo contra las que no tengo absolutamente nada personal, pero hay cuestiones que me encienden…Cuando salí al atril, les dije que estas cosas de la política pueden con el corazón que ponemos algunos concejales, que su decisión me parecía realmente “asquerosa”.

 

Está claro que con lo de “asquerosa” hacía referencia a lo que recoge el diccionario de la RAE, que dice textualmente en su acepción número cuatro: “que causa repulsión moral o física”… y francamente el pasado martes sentí repulsión moral y también me afectó físicamente pues estoy casi seguro de que me subió la tensión. Al parecer al Alcalde le pareció ofensivo que utilizara la palabra “asquerosa”, por lo que explique que si les había parecido un insulto, que la retiraba.

 

Ahora bien, de la misma manera, algunos miembros del PSOE, con su influencia en las decisiones del grupo municipal, que hace estas cosas lamentables e inmorales, también deberían pedir disculpas a los ciudadanos por su falta de ética a la hora de hacer política. Me parece despreciable que estén arrastrando por el fango las siglas de un partido cuyo final están escribiendo ellos mismos con acciones como las del pasado martes. El tiempo pone a cada uno en su sitio…