En mi última colaboración, allá por el 18 de julio, en plenas vacaciones escolares, intenté,  con cierta mesura, hacer un repaso ligero y sin mayores profundidades de lo que estaba siendo el primer curso escolar bajo el mandato y dictado de una Consellería de Educación de la Comunidad Valenciana,  surgida después de un proceso político rutinario, como cualquier otro, pero que dejaba –al menos momentáneamente_ sin sustento a mucho negado, incompetente, represor y, ya veremos (aunque el convencimiento viene de largo) si amigo de los ajeno. Consejeros, Subsecretarios, Directores Generales, Directores de Servicios Territoriales,  etc. que, captados de entre lo más granado de la reacción en lo político-social, la hipocresía de la misa dominical y su formación en centros de beatería,  se les encomendó la misión de dejar como un páramo la enseñanza pública en sus distintos niveles. Y vaya que sí, se pusieron manos a la obra. Píldoras de Podofilino nos hicieron falta a espuertas para sobrellevarlo.

Con los “nuevos” cargos de la “nueva” Consellería hubo quien pensó que se podría visualizar algún cambio: uno posible y,  al menos, paliar los efectos de los imposibles, condicionados por marcos legislativos y jurídicos impuestos desde “más arriba”. Salvo alguna ocurrencia que ya comenté, y después de tener el DOGV en sus manos, poco de lo posible, creo yo, se ha abordado: dos decisiones de “buenismo”, dos cambios de nombres, alguna resistencia de conveniencia, alguna “concentración“ de adeptos sufragada por los dueños de los negocios al objeto de  tomar posiciones mercantiles ventajosas, y unas instrucciones para comienzo de este curso escolar de copia y pega, como señalé. Eso es todo.

El verano ha generado algunos añadidos a este sin vivir. Seguimos sin definición en muchos aspectos que conforman en mundo de la enseñanza pública (dejemos de momento a la Educación pública). Los recursos se muestran escasos _ya lo sabían_. Los recelos” intra” paralizan, pese a afirmar en cada ocasión (sobre todo Soler, Miguel)  que la “convivencia” entre los dos_ y el del medio_, van viento en popa. La burocracia sigue asustando: pueden preguntarle a los opositores, interinos, desplazados, solicitantes de becas, libros y plazas, por ejemplo. Llamen a un centro y pregunten por el Director o la Secretaría. Los globos sonda, utilizamos como distracción y confusión,  como en la época de Font de Mora el ingenioso, no han desaparecido: ¿será en valenciano, o será bilingüe(catalán/inglés) o será definitivamente trilingüe? .

En esas, intervienen los demandantes privados y católicos, y los tribunales, solicitando y tomando medidas cautelares, centrados ahora en becas universitarias. De momento. Preparan, parece ser, “un nuevo otoño caliente”. Sólo que esta vez es al revés: los “asaltantes de antaño”, parapetados en donde antes se parapetaban los que ahora encabezan la pancarta. Jaleando desde las Cortes Valencianas,  la nueva jefa de la banda del mayor partido político investigado (lo dejo ahí), y la vieja María José, que tanto amor me profesó en vida. “Catalá afea a Marzá el retraso…”. Y así. Lo que hay que aguantar.

Repasando titulares de prensa normalizada que archivo, y alguna de eso que llamamos “sindicalistos subvencionados en búsqueda de huidas de aula”, del supuesto espectro de la izquierda, por estas fechas, como ritual “amenazaban”, esta vez sí, con los otoños calientes frente a la aplicación del liberalismo expoliador, recortador, privatizador, castrador, y otros acabados en  “or”, como hedor(en las cuentas). Pero ná, no llegaban a ná. Pose frente a la galería. Más allá de un tímido paseo en donde saludar a los colegas, y una pancartilla en las vallas de los centros, desafiando la advertencia de los inspectores, nada se alteraba.

Ahora son “los otros”, los beneficiarios anteriores (y los de siempre), los de los  colegios “de bien” y negocio. Los mimados y permitidos,  con ventajas. Los dueños de las plantas bajas educativas “de nivel” ¡ja! con nombres de santos, la beatería, la marea comprensiva con la manguncia, de voto fiel, la que se “moviliza” y amenaza con un comienzo de curso escolar duro, pues el nacionalismo catalán y el socialismo revolucionario, junto al populismo bolivariano y leninista, han tomado el palacio, en el que se juega el mayor presupuesto del reino  valenciano que,  oigan, nos quieren birlar, con lo a gustito que estábamos.

No llegará la sangre al río. Durará lo que dura la situación electoral, porque tampoco es que estén para tirar cohetes.  Pero si los inquilinos de palacio actual  necesitaran de mi apoyo, solidaridad, empuje, comprensión, resistencia, argumentario, etc.  para  hacer muralla y de antidisturbios, que no cuenten conmigo. Entre otras cosas porque no es verdad que “se acabó la caza de brujas a docentes y centros que se rebelaban contra…” según declaraciones que constan en la hemerotecas, realizadas por Marzà a un diario regional un 19 de octubre de 2015, recién estrenado. Sigo en rebelión contra el Currículum Oculto que Jurjo Torres  desentrañaba en su libro del mismo título allá por 1994. A eso no quieren entrar: ni los unos ni los otros. Y de los colegas...¡qué podría contar!

Haré, otras cosas. Que nos sea leve. Y no me lean a la ligera: PA-RA-PE-TA-DOS, no parapetardos.