Ante una campaña electoral, diferentes medios dan a conocer el resultado de las encuestas, que siempre se aleja de lo que después supone la realidad, aunque nos muestra la tendencia. Son las urnas las que siempre dan el resultado definitivo y somos los votantes los únicos responsables del mismo. Así que debemos votar en conciencia.
Y ¿qué es votar en conciencia? Pues yo, por lo menos, lo tengo muy claro: debo votar a quienes tienen mis ideas o, por lo menos, no están en contra de ellas. Así lo he hecho siempre a favor de distintas formaciones, aunque fuesen otros tiempos.
Y ahora no va a ser distinto, porque por un lado estoy oyendo que hay partidos que incluyen en su programa, además del impago de la deuda, la ocupación legal de viviendas no habitadas de forma permanente aunque sus legítimos dueños estén al corriente de pagos impuestos, etc., lo que dará lugar a la ocupación y expropiación de segundas viviendas, vulnerando el derecho a la propiedad privada, cosa poco entendible para quienes de verdad defendemos una auténtica democracia. Quizá por eso hay algún partido que ha expuesto su programa electoral en una especie de catálogo para así disfrazar sus auténticas intenciones y tratar de que sus electores lo entiendan mejor (vamos que se les tacha de tener pocas entendederas) y acepten lo inexplicable, También hay partidos que abogan por el aborto libre, es decir el asesinato de seres indefensos que viven confiados en el vientre de sus madres. Por otra parte estoy viendo cómo hay quienes defiendes la eliminación de cualquier subvención y ayuda a la enseñanza privada, incluida la modalidad de concertada, con el resultado de que 150.000 docentes perderán su puesto de trabajo y tres millones de alumnos se quedarán sin colegio. Esto es un ataque a la democracia, al empleo y a que los padres puedan elegir la educación de sus hijos. Asimismo hay quienes pretenden eliminar poco a poco toda manifestación religiosa, eliminar actos litúrgicos en actos oficiales y, en definitiva, de la vida ordinaria, quitando todo signo del cristianismo de la vía pública.
También hay para quienes su principal objetivo es que no sigan gobernando quienes en la última legislatura nos han sacado de una crisis, que en sus comienzos ellos no supieron o no quisieron reconocer, con lo que fue mucho peor de lo que hubiera sido si se hubiese atajado a tiempo.
Sin embargo el gobierno actual ha conseguido mejorar la economía, crear más de dos millones de empleos (de cada tres empleos creados en Europa, uno ha sido en España) y programan reducir impuestos. Con estos datos yo, por lo menos, tengo claro lo que en conciencia debo votar.
