Hay un refrán que dice algo así como: «cría fama y échate a dormir». Al tripartito que gobierna Sagunto, creo que se le podría aplicar este dicho popular sin ningún reparo. Ahora, que están apunto de cumplir su primer año al frente del Gobierno municipal, se puede concluir que no son más transparentes, no son más participativos ni, desde luego, son más sociales. Esto último, a mi criterio, es lo peor de todo, lo más grave y lamentable. Lo que van es muy sobrados.
Cada vez son más voces las que critican a este triunvirato que forman Compromís, Esquerra Unida y ADN Morvedre, la marca blanca de Podemos, por sus actuaciones opacas y poco democráticas. Probablemente, la última voz que viene a sumarse a esta corriente, sea la nueva responsable de UGT en el Camp de Morvedre, Pilar Tarragón, que aunque ocupa este cargo desde el pasado 6 de mayo, le ha sobrado tiempo para percatarse del talante autoritario y despreciativo hacia los sindicatos de la primera autoridad local. La verdad es que Pilar Tarragón, según se desprende de la entrevista que se publica en esta edición, está flipando en colores por ver cómo actua el alcalde de Sagunto cuando se pone tan estupendo. No es la única, los agentes sociales y económicos ya se han sentido ninguneados más de una vez por el primer munícipe.
La oposición municipal, toda la oposición municipal, está harta de denunciar siempre que tiene oportunidad, el estilo imperante, entre los nuevos gestores municipales, de absoluto menosprecio a los partidos opositores, que se tienen que enterar de lo que sucede en el Ayuntamiento de Sagunto a través de los medios de comunicación.
Como decía, lo peor de todo es que tampoco son más sociales. A finales del año pasado, Teresa García ya anunció que a partir de 2016 no habría más planes de empleo. Pero al producirse un superávit en el año 2015 de alrededor de 6,7 millones de euros, la oposición planteó que se invirtiera ese dinero íntegramente en un plan de empleo para 2016, pues va a ser que no. Los del PP, que esta mañana denunciaban los hechos, creían que al exigir Compromís, cuando estaba en la oposición, que todo el superávit fuera para el plan de empleo, ahora, que mandan los propios nacionalistas, iban a mantener el criterio. La verdad es que a veces pecan de ilusos los populares, porque una cosa es predicar y otra dar trigo. Ahora, que gobiernan Sagunto los que se reclaman de la izquierda, en vez de invertir 6,7 millones de euros en el plan de empleo, los parados se tendrán que conformar con 1,9 millones. Lo dicho, ni más participativos, ni más transparentes, ni más sociales. Es lo que hay.
