Apenas falta un mes para que se cumpla el primer año de esta legislatura, y ya se ha producido el primer abandono en el Grupo Municipal Popular del Ayuntamiento de Sagunto. Como es habitual en estos casos, a la hora de justificar una dimisión, las razones siempre suelen ser de carácter personal, pero la marcha de Francisco Villar, número dos de la candidatura del PP en las pasadas municipales, no es una dimisión cualquiera ni ha de pasar desapercibida.
La renuncia de Villar a su acta de concejal tiene más calado de lo que parece. Sergio Muniesa Franco, que es el presidente del Partido Popular de Sagunto, y su secretaria general, Maribel Sáez, deberían de considerar esta marcha como un primer aviso de que algo no funciona bien.
Ya sabemos que el PP, con una clara vocación de gobierno, no se desenvuelve con soltura y habilidad cuando tiene que ocupar los tristes sillones de la oposición, pero en esta legislatura les toca bailar con la más fea y, les guste o no, tendrán que asumir el papel.
El Grupo Municipal Popular, en este primer año de legislatura, no se ha caracterizado, precisamente, por llevar la voz cantante en la oposición. Si no fuera por la tarea que viene desarrollando el portavoz de IP, Manuel González, se podría decir que la oposición no existe en el Ayuntamiento de Sagunto, y no será por falta de motivos y temáticas.
Atrás han quedado aquellos tiempos del otro tripartito, entre 2003 y 2007, donde Alfredo Castelló, como portavoz del PP en la oposición, protagonizaba en los plenos municipales unas intervenciones espectaculares, repartiendo estopa a diestro y siniestro.
O mucho me equivoco, o la dimisión de Villar puede ser el inicio de una desbandada en el Partido Popular de Sagunto. Los militantes, aunque no lo exterioricen, se dan cuenta de lo que pasa, de que el Grupo Municipal Popular no va ni cara al aire, por lo que, de seguir así, en las próximas eleciones no van a sacar ni tres, como ya comentan algunos destacados militantes en petit comité. Por tanto, el señor Muniesa debería de reflexionar y terminar de cambiar el chip, que ya no es alcalde de la ciudad, sino el jefe de la oposición.
A ver si el presidente local del PP y su secretaria general, como máximos responsables de lo que está ocurriendo en Sagunto, empiezan a caer en la cuenta de que, como no le den la vuelta a este lío, se van a quedar más solos que la una. Si esta situación se está produciendo por falta de motivación, porque alguien ha perdido la afición, siempre es un buen momento para dar un paso atrás. Seguro que hay gente dispuesta a tirar del carro como Dios manda, que diría don Mariano.
