A lo largo de estos últimos meses se ha hablado mucho del plan de reindustrialización, el Gobierno local, bien representado por nuestro alcalde y la edil y parlamentaria autonómica, Teresa García, se ha reunido con los colectivos afectados, incluso ha firmado un convenio marco con la Universitat Jaume I de Castellón para recibir asesoramiento a la hora de poner a rodar este proyecto.
Por las manifestaciones que a lo largo de este tiempo se han realizado desde el equipo de Gobierno de Sagunto, pensaba que esto estaba muy avanzado y, desde luego, más atado. Es de lógica aplastante que antes de vender la piel del oso, los cazadores se aseguren previamente de abatir la pieza, pues, en caso contrario, lo que uno vende no es más que humo, aderezado, en el mejor de los casos, con buena voluntad. Creía que, al presentarse este tema como algo hecho, todo estaría más amarrado, pero resulta que ayer mismo, sin ir más lejos, nos enteramos por declaraciones de nuestra diputada autonómica, Teresa García, de que no se sabe dónde está, si está o no está, el millón de euros que se comprometió el pasado octubre en los Presupuestos Generales del Estado. De los fondos de la Generalitat, hasta donde conozco, un grupo político, en una enmienda, había planteado en las Cortes destinar los 2,6 millones inicialmente destinados a Sagunto, para otros menesteres: sectores del calzado y cerámico. En fin, que lo del plan de reindustrialización no parece que esté como muy consolidado, más bien poco o nada, sin embargo, hay que ver lo que ha dado de sí este asunto a nivel propagandístico.
Por otro lado, se nos quiere presentar esta iniciativa como un gran avance, cuando, en realidad, su recorrido, de llevarse a cabo, va a ser escaso. Si el Ayuntamiento de Sagunto se gasta 3, 4 ó 5 millones de euros en un plan de empleo, y da para lo que da, más bien para poco, ¿que reindustrialización se puede acometer con los fondos que, de momento, hay apalabrados? Que nadie se haga falsas ilusiones, el plan de reindustrialización del que tanto se habla últimamente no va a cambiar ni mínimamente el panorama económico de Sagunto ni del Camp de Morvedre. Si se quiere acometer una reindustrialización en condiciones, como la que hizo el PSOE después de cerrar la cabecera siderúrgica, ya les adelanto que harán falta muchísimos más recursos. Lo demás es pura palabrería y venta de humo, todo muy propio de estos tiempos en los que puede haber nuevas elecciones generales a la vista. Ante tanto vendedor de crece pelo y milagrosos elixires, toda cautela es poca, por tanto, pies en el suelo y máxima prudencia.
