Titiriteros

Viernes, 12 Febrero 2016 11:36

La derechona puede consentir que un concejal de Canet o de Sagunto, incluso un alcalde o alcaldesa,  sea una persona decente. No les molesta especialmente. Lo que no pueden tolerar es que alcaldes de ciudades importantes, presidentes de diputaciones u otros cargos de relevancia estén en manos de personas que destaquen por su decencia y su buen hacer: harán lo que sea, incluso llegar a lo más bajo y ruin para desacreditarlos.

Ellos saben que Manuela Carmena es una persona a la que no hay que probar, pues su largo historial de demócrata y luchadora por los derechos humanos es de sobras conocido. Les molesta que pueda convertirse en un claro ejemplo de que todos los políticos no son iguales, ejemplo para aquellos que ignoran casi todo de la política. Por ello no le han dado, ni le darán, un solo día de respiro ni margen para ejercer tranquilamente sus funciones. Les aterra que la DECENCIA llegue a la política y además se note.

Desde el primer día que Carmena cogió la vara de mando no hacen más que buscar basura para echársela encima. Lo tienen muy difícil porque ella no es tonta y además lleva un largo trecho recorrido y conoce muy bien a quienes tiene enfrente.

Por eso el asunto de los titiriteros, el último que de momento le han montado, amenaza con volverse en contra de los que han pretendido socavar el prestigio de la alcaldesa, y, presiento que el que peor parado va a salir de todo esto, seguramente va a ser ese juez que ha metido en la cárcel a dos artistas por realizar su trabajo. Seguramente la función no sería precisamente lo más acertado o bonito del mundo, pero el magistrado parece no haberse enterado de que la censura, al menos oficialmente, ya no existe en este país. Todo esto va a servir para hacer más conocido a ese juez al que, según el diario PÚBLICO “La policía a veces espera a que él esté de guardia para llevarle según qué casos”.

El hecho es que este señor, haciendo una interpretación expansiva acerca de la prisión provisional ha mandado encarcelar a dos titiriteros cuando no existe ninguna de las razones por las que esto se puede decretar: riesgo de fuga, destrucción de pruebas o posibilidad de cometer más delitos. En cambio no hace lo que parece evidente: ver la obra en cuestión para enterarse de qué va. Shakespeare, Cervantes, Lope de Vega y cientos o miles de intelectuales sufrieron lo mismo que ellos... pero no estaban en 2016 ni en lo que nos quieren vender como si fuese un estado de derecho.  

Verán como al final se va a hablar más de este señor que de Carmena. Por cierto, ¿saben que fue policía franquista antes que juez? Es lo que tiene ir destapando cajas de truenos.


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