Después de que el tripartito municipal haya fracasado en su intento de materializar el acuerdo con Ciudadanos para sacar adelante los presupuestos de 2016, parece que el timonel del navío consistorial, señor Fernández, ha cambiado de rumbo para probar suerte en otros caladeros, al parecer, más propicios. En la rueda de prensa que ofreció el miércoles, ya anunció su intención de entablar negociaciones con el PSOE para que los socialistas puedan embarcar en el buque del progreso y la transparencia, aunque, semejante dispensa no es gratuita, conlleva un sacrificio: entregar la cabeza de Crispín. El piloto de la nave progresista ha manifestado su voluntad de hacerle un sitio al grupo socialista en el puente de mando; más que nada, para que no parezca que los del PSOE están alineados en el lado oscuro, con la derecha.
Como argumento no está nada mal, sobre todo, cuando viene de alguien, como el señor Fernández, que milita en el Bloc, partido que lo mismo se juntaba con los neoliberales y demócrata cristianos de la extinta Convergencia y Unió, para ir de la mano a las elecciones europeas, como participaba activamente en una moción de censura, allá por 1997, para apartar de la Alcaldía de Sagunto a un hombre del PSOE y poner en su lugar a otro del Partido Popular. Eso es pragmatismo y lo demás son cuentos chinos. A propósito de los chinos, ya lo dijo Deng Xiaoping: «No importa que el gato sea blanco o negro; mientras pueda cazar ratones, es un buen gato». Así pues, el discurso maniqueo de buenos y malos, dependiendo de su color político, se está quedando un poco anticuado, por tanto, habrá que dejarlo a un lado y ver, en el día a día, qué tal se le da a unos y otros la cacería ratonil.
Al grupo socialista se le ve poco, desde luego, y si lo poco que se le ve es para dar ruedas de prensa conjuntas con las fuerzas de la derecha, qué más muestra necesita el ciudadano de a pie para pensar que el PSOE se ha pasado al lado oscuro. Como argumento no está mal, aunque su simpleza es aplastante. Esto es lo que, con otras palabras, viene a decir el señor Fernández. Sin embargo, la refundación del PSOE en Sagunto y la puesta en marcha de su ejecutiva local, puede invertir la tendencia, dándole más swing al Grupo Socialista. Cuestión distinta es que los recién nombrados dirigentes del PSOE saguntino, estén dispuestos a decapitar a Crispín en la plaza pública, para poder subirse al barco del progreso. Al final, parece que el alcalde, con esa oferta, es el que va a beneficiar al PSOE, cuando es justamente todo lo contrario. El tripartito es el que necesita el apoyo socialista, que nadie lo dude.
