La vecina localidad de Aldaia, con Gobierno municipal del PSPV-PSOE, ha tenido la excelente idea de realizar un referéndum popular para que los ciudadanos se pronuncien a favor o en contra de los festejos taurinos en sus fiestas patronales. La mayoría de los vecinos que han hecho uso de su derecho al voto se han pronunciado en contra; así pues, los gestores municipales tienen un argumento de peso para dejar de subvencionar con dinero público esta clase de festejos, más propios del medievo.
En Sagunto, donde las vaquillas y el toro embolado son el grueso de las fiestas locales, el tripartito que dirige el municipio podría tomar buena nota y seguir el ejemplo de Aldaia. Dado que el año pasado suprimieron los patos en las cucañas de El Puerto, de cara a las próximas fiestas de 2016, como mínimo, podrían pedirle opinión a los vecinos sobre la cuestión taurina. Tanto que Esquerra Unida, Compromís y ADN Morvedre, la marca blanca de Podemos, hablan de participación, pues no estaría nada mal que el Ayuntamiento de Sagunto convocara una consulta popular para ver qué opina la ciudadanía sobre este asunto. Sin embargo, no echemos las campanas al vuelo, esto de la participación lo utilizan todos los políticos porque favorece su imagen progresista, pero lo bien cierto es que al final se lo creen cuatro, no hay más que ver el día a día para darse cuenta de ello, de que la opacidad brilla con demasiada frecuencia.
Por eso, precisamente, el grupo municipal socialista podría hacerse de notar llevando esta propuesta al pleno municipal. Sé que el asunto es espinoso, que todo los partidos tratan de sumar y no de restar, y que con una iniciativa de estas características enseguida se piensa en que se van a perder votos. Desde luego, el PSOE tiene que hacerlo muy mal para bajar más, aunque, por otra parte, debería tener en cuenta que son muchos más los vecinos contrarios a que las fiestas locales estén dominadas por los toros.
Los gobernantes del municipio de Aldaia, han dado un paso de gigante en esta materia, permitiendo que los vecinos se pronuncien libre y democráticamente. Aldaia ya ha marcado el rumbo a seguir. Si los vecinos dicen no, a ver quién se atreve a cuestionar ese pronunciamiento popular. Este es el camino, sin duda, para poner freno a los actos taurinos con un coste político mínimo. Acuérdense que el actual alcalde se acogió a la legalidad para impedir que hubiera patos en las cucañas. También podría apelar a la voluntad popular para el caso de los toros. Ojo, que no estamos hablando de prohibir los toros, claro que no, hablamos de que no se financien con dinero público.
