Aprovechando los conciertos conmemorativos de Santa Cecilia que los días 13, 14 y 15 nos ha ofrecido la Unión Musical Porteña, quiero recordar la historia de nuestras bandas de música en la población.
Para ello vamos a situarnos en la década de los años 30. Por entonces había cinco bandas de música entre Sagunto y Puerto: Lira Saguntina y el Arte, en Sagunto, mientras que en El Puerto estaban la de “El Republicano”, que dirigía don Ambrosio Sanjosé, padre del ilustre maestro de música y compositor, don Vicente Sanjosé; la banda “Sota y Aznar” que a los 16 años ya dirigía don Miguel Villar, autor de más de 400 pasodobles, entre ellos el de “Altos Hornos de Vizcaya” con el que abrió el concierto la “Unión Musical Porteña” el pasado domingo día 15; y por último la banda de “El Tercio” que es a la que iban a parar los músicos procedentes de otras bandas. Como curiosidad puedo decir que a la Banda Lira Saguntina, que es la más antigua (se constituye en 1908) –y aún perdura-, también le llamaban la de “los enterradores” porque solía acompañar los entierros. A la de “El Republicano” se la conocía por “los gitanos”, mientras que a la de “Sota y Aznar” le llamaban “los caracoleros” porque cuanto salían a tocar casi siempre llovía. Finalmente, por la juventud de sus componentes, a la banda de “El Arte” se la conocía por la de “los mocosos”.
Siguiendo la historia nos encontramos que en la década de los 50 aparece la banda de “Los Quince”, dirigida por el maestro organista de la parroquia de Begoña, don José Lledó. Luego esta banda contaría con 70 músicos y toma el nombre de “Santa Cecilia”, pero en la década de los 60 ya no queda más banda que la Lira Saguntina, y hay que esperar hasta junio del año 2004, para que se constituya de nuevo otra banda en El Puerto: la Unión Musical Porteña, que en diciembre del mismo año bendice su bandera y realiza el primer pasacalle por distintas barriadas de Puerto Sagunto, mientras socios y simpatizantes reparten felicitaciones de Navidad entre los vecinos.
Todo esto recordaba yo estos días cuando emocionado asistí a los extraordinarios conciertos que ofrecieron los coros de la UMP: infantil, juvenil y mayores, el día 13. Así como los de las bandas de infantiles, juveniles y la Big Band -¡qué actuación más emocionante!- el día 14; y el magnífico colofón de la banda UMP del día 15.
Los que hace casi once años fundamos la UMP no imaginábamos esta colosal trayectoria. Enhorabuena a su presidente, señor Peláez, y a los que han hecho posible este milagro.
