El lunes pasado se celebraba la asamblea de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), donde los cambios en esta entidad ya venían marcados por los resultados electorales del pasado 24 de mayo, que modificaron radicalmente el mapa político en la región. En el nuevo órgano de Gobierno de la FVMP habrá tres representantes del Camp de Morvedre: el alcalde de Sagunto, Francesc Fernández, que será el vicepresidente primero, así como la alcaldesa de Albalat dels Tarongers, Maite Pérez Furió, y el de Benifairó de Les Valls, Antonio San Francisco Meseguer, estos dos últimos del Partido Socialista. Mi felicitación a los tres primeros ediles por formar parte de la nueva directiva de la FVMP. A ver si se nota.
Todos estos cambios que se están produciendo en los diferentes estamentos de la Comunidad Valenciana, son fruto de la normalidad democrática, sin embargo, adquieren gran notoriedad porque, al llevar 20 años controlando la mayoría de las instituciones el Partido Popular, la continuidad durante estas dos décadas ha sido la tónica general. El tsunami del pasado 24 de mayo, y el posterior pacto entre PSOE y Compromís, es el que motiva tan vasta renovación, donde los nuevos gestores de una y otra fuerza política desplazan a los anteriores mandamases del Partido Popular. Ni que decir tiene que, desde Orihuela a Vinaroz, hay muchos puestos que ocupar, la mayoría de ellos bien remunerados.
Es lógico que recaiga el control de las instituciones en aquellas fuerzas que, unidas, reunen el respaldo mayoritario de los valencianos, sin embargo, todos estos organismos se convierten en polea de transmisión del Gobierno de la Generalitat, por lo que no parece que la norma de funcionamiento vaya a ser diferente ahora. Como ocurrió en la etapa del PP, todos estos cargos que están puestos a dedo, anteponen, como norma de obligado cumplimiento, el interés del partido al general, por lo que el funcionamiento seguirá siendo tan piramidal como antes o puede que un poco más. Ya estamos viendo lo que ocurre en el Ayuntamiento de Sagunto, donde el actual tripartito que forman Compromís, Esquerra Unida y ADN Morvedre, la marca blanca de Podemos, es menos transparente que el anterior equipo del Partido Popular. Pero, como a este triunvirato se le suponen ciertos valores, ya lo dice el refrán: «cría fama y échate a dormir».
No tengo grandes esperanzas en que vaya a ser de mucha utilidad la presencia de tres alcaldes del Camp de Morvedre en la dirección de la FVMP, hablando, lógicamente, en términos tangibles, pero ya empezamos a ser algo visibles, porque, hasta la fecha, Sagunto era la ciudad invisible.
