Nuestra historia (1939-1940)

Viernes, 19 Junio 2015 16:29

Pasadas ya las elecciones, y una vez formado el gobierno municipal por la nueva Corporación, con muchas sorpresas en las distintas áreas –esperemos que para bien- de las que espero poder hablar cuando con el paso del tiempo  tenga más materia para hacerlo, hoy voy a limitarme a desearles mucho éxito en la gestión y que ésta sea del gradado de todos los vecinos.

Hasta ahora todo han sido buenos propósitos, en adelante hay que cumplirlos.

Entretanto, a petición de los incondicionales amigos que desean continúe con la historia de muestro Puerto, voy a situar los hechos a finales de 1939 y principios de 1940 fecha en que la siderúrgica ya pasó a manos de Altos Hornos de Vizcaya.

Finalizada la guerra la siderúrgica se encuentra en una situación muy difícil: parados los hornos altos 1 y 2, que eran los únicos que hasta entonces había desde la crisis de 1932; apagada la batería de Hornos de Cok, prácticamente sólo funcionó durante la guerra la acería Martin Siemens, el tren Blooming, el Comercial (haciendo redondo para proyectiles) y el de Chapa (fabricando planchas de cromo-níquel para blindajes). Por entonces estaba de Jefe de Acería el ingeniero de minas, Francisco Herrero, que después llegó a ser subdirector de la fábrica, a las órdenes directas del director, Jerónimo Roure.

Según me contó el ingeniero Luis Merelo y Mas, en una entrevista que publiqué en mi libro “Volver a Empezar”, a él, en la reconstrucción de la siderúrgica, le encargan poner en marcha los talleres: tornos, fresadoras y taladradoras, que venían de Cieza, a donde habían ido a parar para fabricar proyectiles durante la guerra. El encargo vino de su buen amigo y también ingeniero, José Domingo.

Luis Merelo ingresa en fábrica a finales de 1939, con el citado objetivo de reconstruir los talleres, que no tenían más que las cuatro paredes y las cerchas, pues la uralita había quedado destrozada a causa de las bombas. Allí empezaron a montar las máquinas para poder trabajar. En la Fábrica había un objetivo principal: encender lo antes posible el horno alto nº 1, y para ello se precisaba: reparar y volver a encender la Batería de Hornos de Cok y poner en servicio toda la manutención del carbón y de cok; poner en marcha un “Sintering” por lo menos; y, claro está, dejar en condiciones todo lo necesario para encender el citado horno alto. Como elementos complementarios, pero indispensables, había que poner en servicio: el ferrocarril de Ojos Negros, de la CMSM y para ello reparar los puentes e instalar un nuevo carril donde la vía fue levantada. También hubo que repasar las instalaciones de los trenes Blooming y Chapa. Y para ello, lo primero era dejar en condiciones los Talleres, con el fin de poder realizar las reparaciones; pero ni siquiera quedaban repuestos por haberse agotado durante la guerra civil.

(Continuará)


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