Ya les adelanté el viernes pasado que Josep Marià Torres Martínez presentaría su renuncia, como candidato de las primarias del PSOE, no más tarde del 27 de febrero, o sea, de hoy, pero fue ayer por la tarde cuando hizo público su desistimiento. Como explicó en su primera comparecencia ante la prensa, él ha participado en este proceso para tener cancha entre los medios y desenmascarar ante la ciudadanía esta consulta, de la que siempre ha dicho que no tenía garantías y que «era una consulta de amiguetes». Así pues, quedan en la carrera: Juan Carlos Requena y Francisco Crispín.
En algunos círculos del PSOE, se espera que Crispín siga los pasos de Torres y, antes de que los daños sean irreversibles, abandone; sin embargo, se le ve firme y decidido a continuar hasta el final, sobre todo, ahora que puede pescar en caladeros ajenos una parte importante de apoyos. Me refiero, como habrán adivinado, a los seguidores de Torres. Es público y notorio que Torres Martínez pertenece a la corriente, sensibilidad o grupo, de Nuria Férriz y Jorge Vidal, que son, claramente, la oposición al poder orgánico del PSOE.
Pues bien, ni que decir tiene que el triunfo de Crispín sería, de entre todas, la posibilidad más favorable a los intereses de este grupo, puesto que significaría el fracaso más estrepitoso del aparato del partido, que, como también es conocido, apoya a Juan Carlos Requena. Sin embargo, no le arriendo las ganancias a Crispín, pues, si resulta invicto, como puede ocurrir si continúa en la carrera hasta el final, va a quedar completamente expuesto, y, si a Nuria Férriz, por la nimiedad de la licencia de actividad de la guardería infantil, la trituraron viva, a Crispín lo van a mirar con microscopio electrónico, y, como le encuentren algo, no me cabe ninguna duda de que lo harán picadillo. Al tiempo.
Requena, aunque pierda estas primarias, puede ser el verdadero ganador, porque, no nos engañemos, el PSOE no pasa por su momento más propicio, y, para sacar los peores resultados de la historia del partido, mejor que sea otro el que se estampe como una calcomanía. Juan Carlos Requena es un hombre joven, que no se le pasa el arroz, y, a lo mejor, dentro de cuatro años, cuando la agrupación socialista de Sagunto ya esté ‘normalizada’ y los pronósticos sean más favorables, es cuando puede llegarle el momento más propicio para encabezar una lista, con un equipo solvente, con un partido reconstituido, unido y empujando en la misma dirección.
En todo caso, pasado mañana, primero de marzo, saldremos de dudas y veremos de qué forma termina este tinglado, como diría Torres Martínez.
