El incombustible Paco Crispín se ha propuesto darle animación al proceso de primarias del PSOE de Sagunto, que, con su celebración, concluirá el 1 de marzo. Juan Carlos Requena ha presentado esta tarde, en la sede del PSPV-PSOE de Valencia, los avales necesarios para poder optar. Hacen falta, como mínimo, 43, que son el 20% del total de la militancia. Me consta que, esta mañana, Crispín también había obtenido los apoyos necesarios, aunque él esperará a presentarlos este sábado, último día de plazo. Lo cierto es que Crispín es una caja de sorpresas, y como el escorpión que le picó a la rana, forma parte de su naturaleza ir metiéndose en estos saraos. Se trata, sin duda, del último tren, que probablemente no le llevará a ninguna parte, pero hay pasos que no se pueden evitar, aunque a uno le valla en ello la vida.
Paco Crispín, dirigiendo ese grupo de 40 militantes, ha sabido sacarle rédito a su posición, que le ha permitido manejar una parcela de poder dentro del PSOE local, y del propio grupo municipal. Además, es persistente y no crean que da su brazo a torcer con facilidad. Por un quítame esas pajas, partió peras con Jaime Vidal, amigo de casi 30 años con el que ha compartido toda clase de aventuras, aunque es posible que ahora vuelvan a unir sus fuerzas. Ya les aseguro que el señor Crispín no da puntada sin hilo, y aunque no le ha ido nada mal, estando en la sombra, le encanta saltar a primer plano.
No hay que olvidar que este personaje fue presidente de la Comisión Gestora Municipal en la legislatura 1983-1987, tras producirse la dimisión del grueso de la Corporación municipal de Sagunto en señal de protesta por el cierre de la cabecera siderúrgica integral. Es verdad que el que tuvo retuvo, como también es cierto que, en plena madurez intelectual, no le importaría recordar aquellos tiempos, esta vez, como Alcalde de Sagunto.
La verdad es que el PSOE en general lo tiene muy complicado y, desde luego, mucho más en el ámbito local, donde sufrirá especial desgaste por los recientes episodios ocurridos. Me refiero a la suspensión de las primarias y la posterior disolución de la agrupación. Pero la marca sigue tirando, cada vez menos, y aunque el PSOE pierda fuerza, aún podrán obtener los socialistas tres o cuatro ediles. Estos resultados serían los más bajos de su historia a nivel local, pero, para como está el panorama, tampoco es que se pueda esperar mucho más.
En definitiva, que a Francisco Crispín le han ido dando vida para que no saliera de la sombra y, como el alacrán, les ha picado a todos. Es su ADN.
