Fiel a mi promesa de seguir comentando la historia de El Puerto, satisfaciendo así la petición de quienes me animan a hacerlo, quiero comentar hoy lo sucedido a partir de 1929, pues ya dije que en 1926 arrancó el necesario horno alto nº 2 para poder alcanzar la producción de arrabio que precisaban los cuatro hornos de acero Martin Siemens. Con la incorporación de ese segundo horno alto, en 1929 se obtienen 181.391 toneladas de acero, que es la máxima producción del período anterior a la Guerra Civil.
Pero en febrero de 1930 se produce la primera gran huelga, que afecta a toda la plantilla de la siderúrgica. Ya entonces se había superado la cifra de 4.000 trabajadores. Esto es un duro revés para la población, pues prácticamente todos los habitantes de Puerto Sagunto estaban ligados directa o indirectamente con la siderúrgica. La directiva del Sindicato Metalúrgico y Siderúrgico local se encierra en sus locales.
Siguen bajando los pedidos y en julio del mismo año se para el horno alto número 2 y son despedidos 450 trabajadores, cosa que marca el principio de una serie de despidos que provoca la continua protesta obrera. La situación se hace tan insostenible para las familias en paro que el Ayuntamiento de Sagunto llega a pagar el billete a todos los obreros y a las familias que quieran volver a sus localidades de origen.
Llega el año 1932 y el 24 de abril, ante la falta de pedidos, la siderúrgica para las baterías de cok y el horno alto nº 1. Por tanto se paraliza el trabajo también en las minas de Ojos Negros ante la falta de demanda de mineral. Finalmente la Compañía Siderúrgica del Mediterráneo decide el cierre total de la fábrica en el mes de julio siguiente, despidiendo a 1.100 trabajadores. Para entonces no quedan más que 600 trabajadores, que trabajan en el taller de calderería.
Sin embargo, una año después, el 13 de octubre de 1933, el respaldo del movimiento obrero local por parte de la prensa valenciana y de los Ayuntamientos de Sagunto y Valencia, consiguen que el Consejo de Ministros acuerde proponer a la Diputación permanente de las Cortes la aprobación de un crédito extraordinario para adquirir material ferroviario a la Compañía Siderúrgica del Mediterráneo. Pero en los días 18 y 19 de octubre del citado año, en las sesiones de la Diputación Permanente de las Cortes, el diputado por Vizcaya, Indalecio Prieto, pide que parte del encargo se haga también a la empresa Altos Hornos de Vizcaya, que también había despedido ya a 2.300 trabajadores.
A pesar de esta petición, finalmente se acuerda conceder a Sagunto la fabricación de 25.000 toneladas de carriles, por valor de 10 millones de pesetas. Esto significaba unos pocos meses de trabajo para la acería y las instalaciones de laminación.
(Continuará)
