No me explico ni el motivo ni la razón porque en este pueblo tenemos que cargar con situaciones y hechos que en otros lugares están más que superados. Hace unos días me encontré con un amigo en el hospital clínico de Valencia como vive en Rafelbunyol cogió el metro en su casa y lo dejo en las puertas del hospital
Le relate la odisea de cómo había ido yo al mismo lugar desde el Puerto de Sagunto:
Le dije al amigo Juan: Que desde algunos estamentos de Puerto de Sagunto se está continuamente lamentando transporte urbano que padecemos y se reivindica constantemente que haya un tren, tranvía o metro (el nombre es lo de menos) que nos una con la capital, así como un transporte de calidad que una los dos núcleos de población, además del servicio interno para el hospital Renfe etc. etc.
En el caso que nos ocupa: Cogí el autobús en la parada pertinente a las 8:15 y salí de este pueblo a las 8’30 “Que época aquella en que el tiempo de las personas era importante y había un cobrador” llegamos a Valencia a las 8’50 después de pasar por los toboganes de Sagunto y recoger más viajeros. Era un día 25 junio, cuando ya se ha eliminado el periodo lectivo, es decir ya no van los estudiantes a la Universidad por lo que el servicio se ha reducido a una tercera parte, esto es teóricamente porque en la universidad bajaron bastante jóvenes que en su mayoría iban de pie, aproximadamente 20 personas iban agarrados a las barras o sentados en los escalones de bajada en las puertas. El autobús no tiene desperdicio seguramente es de los años 80, hace un ruido del garajo, pero esto no es mucho problema ya que nadie conoce a nadie todo el mundo va sumergido en el submundo del teléfono móvil. “Qué tiempos aquellos en que nadie se conocía y todo el mundo se saludaba se empezaba una conversación y se creaba dentro del autobús esa atmosfera ese murmullo que significa vida”.
Volviendo al tema; los asientos no son de madera son de plástico duro, en los tiempos del transporte rápido y cómodo como el AVE, aquí hemos vuelto a la prehistoria, estoy seguro que los autobuses más viejo de la flota están reflotados para este pueblo. No quiero hablar de los horarios eso de las horas enteras con puntualidad ha pasado a la historia tendrán que llevar una agenda y rectificarla a conveniencia de la empresa: Unos salen a y diez otros a menos diez o menos veinte, tendrán que tener en cuenta verano o invierno, laborable lectivo o no lectivo, sábados, festivos, domingos especial de Navidades o Fallas por la Cuarta Planta o por Sagunto, si va por Puzol, o pasa por Puig. Como en urgencias del hospital se sabe cuándo se entra pero no cuando se llega. No se quejen porque el billete no deja de subir, ir a Valencia y volver cuesta 6’50€ más de 1000 de las antiguas pesetas.
Se queda uno estupefacto cuando está en la parada de Valencia y ve pasar los señores autobuses de Segorbe Villarreal etc. etc y se pregunta qué habré hecho yo para tener que viajar en el tartano que tengo que coger.
Hago un llamamiento a las autoridades de este pueblo, para que si no hacen nada por traer el tren el tranvía o el metro como queramos llamarle, hablen con la empresa primero para que cumpla con los horarios, y este sea coherente, no para el disfruté capitalista de ella, y después para que traiga autobuses decentes y suficientes, y no nos trate como si fuéramos ganado, los pasajeros de este pueblo nos merecemos algo mejor, salvo que ellos opinen lo contrario en tal caso tendremos que cambiar de dirigentes. Qué tiempos aquellos en que las empresas estaban al servicio de las personas, y no al contrario, ahora las personas somos mercancía o bultos para que las empresas ganen dinero, por supuesto con el permiso y la ayuda de la autoridad competente, ya que si no recuerdo mal no hace mucho tiempo la conselleria de infraestructuras y transportes subvenciono con 56.000€ la compra de cuatro autobuses.
Para demostrar un poco lo dicho, en esta reflexión voy a colocar unas fotos de mi amigo Gabriel Pascual, que demuestra cómo están de coches los aparcamientos de dos lugares como Renfe y el Hospital, ya que todo el mundo trata de evitar el transporte urbano, por las cualidades intrínsecas que he relatado.
Un abrazo de Paco
