Mucho más que felices fallas 2015

Jueves, 20 Marzo 2014 18:29

Si hasta las más épicas y maravillosas de las historias tienen un final ¿Porque las fallas no lo tienen? Creo que lo sé. 

Las fallas no tienen fin porque son el modo que los valencianos entendemos nuestra forma de ser, quiénes somos, cómo somos, y qué sentimos. Hablan de nuestra alma y nuestro espíritu, de nuestra forma de enfrentarnos a los problemas y de volver a salir hacia adelante. Hablan de resurgir, de esfuerzo, de lucha y de triunfo. Sí, hablan de optimismo, de ambición y de éxito. 
 
Así que, si veis a los de Amstel y os preguntan ¿porqué quemamos nuestras fallas? Se lo explicáis. Les contáis que es una muestra más de confianza en nosotros mismos. De que somos capaces, siempre, de salir adelante por duras que sean las circunstancias. Les comentáis que si los valencianos nos ponemos codo con codo, no hay quien nos pare. Lo hemos hecho muchas veces y lo volveremos hacer todas las veces que haga falta. 

De hecho, tal día como hoy, 20 de marzo, miramos hacia adelante, como siempre, aunque dediquemos un segundo a pensar lo que ha sido este año pasado: los buenos momentos, las excelentes personas que nos hemos cruzado por el camino de la vida —también las que nos han dejado—, cómo los retos nos han hecho mejorar y ser más fuertes y cómo la vida, qué grande, nos ha devuelto multiplicado por diez, todo el amor y el cariño que hemos dado.
 
Es 20 de marzo y en Valencia es año nuevo, además, un año tan nuevo que hoy comienza la primavera. Los valencianos somos así. Aquí lo tenemos, ante nosotros, como una gran oportunidad, como un nuevo libro con sus páginas en blanco, todas por escribir.

De nosotros depende sonreír o fruncir el ceño, iniciarlo con confianza y decisión o con resignación. ¿Pero que digo? Somos valencianos, y en nuestro espíritu y ADN sólo caben las ganas, el ánimo, la ilusión y la determinación absoluta por lograr lo mejor y poder hacer a los demás, cada día, un poco más felices. Vamos a por él, juntos, y lo conseguiremos. Seguro.
 
Quiero finalizar esta reflexión con agradecimiento infinito a la gente de fallas. Gracias por permitirme el privilegio de ser uno más de vosotros. Ni mejor ni peor, ni más, ni menos importante, sino uno más. Sois muy grandes. A todas las Falleras y Falleros os deseo feliz año nuevo. Felices fallas 2015.
 
P.D. En este segundo de mirar hacia atrás, quiero dar también las gracias a David Indiano de Rosa y a su Junta, que deja sus responsabilidades, por su dedicación, ilusión, voluntad y esfuerzo constante por ser mejores. Prueba superada, amigos. 
 
Y finalmente, dar la enhorabuena, estaréis de acuerdo conmigo, a quienes encarnan la esencia de las virtudes valencianas y lo mejor del mundo fallero, nuestras Falleras Mayores, Patricia Burgos y Sonia Argilés. ¡Enhorabuena, sois lo mejor!

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