El Gobierno de España anuló la subasta de tarifas energéticas celebrada el pasado jueves, 19 de diciembre, por la que se elevaba el precio de la luz un 11,5% a partir del primero de enero de 2014. Como no podía ser de otra manera, Unesa, la patronal del sector eléctrico, ha puesto el grito en el cielo, sobre todo porque se les acusa de manipular las subastas. En fin, que se ha montado esta gresca monumental para que parezca que se pelea el Gobierno con las eléctricas y viceversa, pero no es verdad. No es más que un páripe. No se preocupen que no llegará la sangre al río, la munición es de fogueo. Con esta puesta en escena se pretende disipar el tufo de connivencia que les envuelve. Seguramente, el sector eléctrico es el que más políticos de altos vuelos, del PSOE y el PP, tiene en nómina. La lista (1) de los que han estado o están a sueldo de estas compañías es muy larga, por eso citaré solo algunos ejemplos: Felipe González, Elena Salgado, Pedro Solbes, José María Aznar, Luis de Guindos, José Folgado o Rodolfo Martín Villa. Es evidente que todos estos profesionales de la política no están a sueldo de las eléctricas por que sean expertos en cuestiones del negocio, claro que no. Gozan de estas canonjías porque son un puente entre el sector y los gobiernos de turno. La prueba más palmaria de la buena relación que existe entre la clase política y esta industria, se ve con claridad reflejada en el BOE. No cabe ninguna duda, por consiguiente, de que los diferentes Gobiernos, del PP y el PSOE, han legislado para engordar el negocio de este oligopolio.

 

Aunque son muchos los ejemplos, solo citaré un par de ellos, que, por recientes, aun recordamos todos. En primer lugar, me referiré a la implantación del interruptor de control de potencia (ICP), que sólo sirve para que las eléctricas puedan asegurarse, cada vez que facturan, unos mayores ingresos en concepto de potencia contratada. Cuando la mayoría de los hogares están atestados de cachivaches eléctricos, puesto que no ha existido limitación de potencia, las eléctricas se sacan de la manga el famoso ICP y, de esta manera, la mayoría de los usuarios no ha tenido más opción que contratar más potencia, aumentando así la parte fija de la factura que se paga cada dos meses. La implantación del ICP, que de forma clarísima perjudica a los consumidores y beneficia escandalosamente a las eléctricas, que recaudan más por nada, se ha podido materializar porque el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero acometió la primera reforma legislativa del sector, mediante el Real Decreto 1454/2005, de 2 de diciembre, que estableció la obligatoriedad de que todas las instalaciones eléctricas dispusieran de instrumentos para el control de la potencia. Gracias a este decretazo, los ciudadanos empezarían a pagar por algo que, hasta la efectiva entrada en vigor de la norma, les salía gratis. Para mayor información, sobre este tema y otros relacionados con el asunto de la factura eléctrica, les recomiendo la siguiente página web: http://www.estafaluz.com Su nombre lo dice todo.

 

Vamos con el segundo ejemplo. El mismo día 19 de diciembre, las Cortes Generales aprobaron el proyecto de Ley del Sector Eléctrico, en el que, entre otras cosas, se establece un peaje de respaldo para el autoconsumo. Es decir, que cualquier particular que quiera aprovechar el sol para producir parte de la energía que necesita, mediante la instalación de placas solares en el tejado de su vivienda, tendrá que pagar un impuesto. Con esta norma se consigue que el oligopolio de las eléctricas tenga garantizado que los consumidores finales no caigan en la tentación de ponerse a generar energía para el consumo propio, con lo cual, tienen asegurado de por vida el negocio y sus pingues beneficios. Según el informe: «Verdades y falsedades sobre autoconsumo», de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), Con el peaje de respaldo un consumidor doméstico estándar pagará por la energía consumida un 9% más de peajes que un consumidor normal y una PYME un 7% más. Señalar por otro lado, que el plazo de amortización de la inversión en la instalación de las placas solares era de 12 años antes de la reforma, ahora, tras la entrada en vigor de la Ley del Sector Eléctrico, ese periodo será de 35 años. Con toda esta regulación, cualquier usuario final seguiría pagando 64,5 euros por megavatio hora, mientras que el autoconsumidor desembolsaría por el mismo concepto 67,5 euros, o sea, un 5% más. En definitiva, que, con el peaje de respaldo, el Gobierno de la nación, en este caso del Partido Popular, le ha hecho otro gran favor a las eléctricas, eliminando de un plumazo el autoconsumo y asegurando a esta industria que todos los clientes seguirán siendo fieles sin salir del redil. Por cierto, los creadores de este impuesto, para justificar semejante atraco, han tenido que irse hasta el Estado norteamericano de Arizona, que el pasado noviembre aprobó algo remotamente parecido.

 

Esta política del Gobierno de España contrasta sobre manera con la que se está aplicando, por ejemplo, en Alemania, sobre todo, desde el accidente nuclear de Fukushima I, ocurrido el 11 de marzo de 2011. Los teutones se transforman en una potencia europea de producción de energía solar. Esta transformación viene de la mano de las grandes compañías, que invierten ingentes recursos en la construcción de huertos solares, y también de las políticas del Gobierno Federal, con las que incentiva a los ciudadanos para que produzcan energía de forma limpia. Gracias a estos estímulos, los tejados de casas particulares y empresas se recubren de placas fotovoltaicas. Tanto es así que, según los datos de Rheinisch-Westfälisches Elektrizitätswerk (RWE), compañía alemana líder del sector energético, el 51% de la energía renovable que se produce en el país germano proviene de las instalaciones domésticas.Lo mismo que aquí, ¿verdad?

 

No es la primera vez que lo digo, pero lo volveré a recordar, como decía don Manuel Fraga Iribarne, «España es diferente». Así nos va. Feliz Navidad y próspero año nuevo, a pesar de los pesares.

 

(1)

ENDESA:

José María Aznar, Elena Salgado, Miquel Roca, Luis de Guindos, Pío Cabanillas y Rodolfo Martín Villa.

IBERDROLA:
Ángel Acebes, Ramón de Miguel

GAS NATURAL - FENOSA:
Felipe González, Narcís Serra

ENEL:
Pedro Solbes

RED ELÉCTRICA ESPAÑOLA:
José Folgado, Luis Atienza, José Borrell