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Miguel Chover

Soraya y los "malvados" parados

Lunes, 21 Octubre 2013 13:38

 

“Estoy hablando de personas que cobran prestación por desempleo y que, sin embargo, trabajan fraudulentamente, trabajan en B. Bien, pues se han investigado y se han detectado 520.000 personas, más de medio millón de personas que cobraban fraudulentamente las prestaciones por desempleo …”. (Soraya Sáenz de Santamaría, todavía Vicepresidenta del Gobierno).

 

Eran poco más de las 2 de la tarde del 11 de octubre, cuando en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, una altanera y soberbia Soraya Saenz de Santamaría, soltaba esta “bomba de racimo” para insultar y desacreditar al, posiblemente, sector más vulnerable de nuestra sociedad: los desempleados.

 

La todavía Vicepresidenta, acaba de hacer un ejercicio de cinismo que sobrepasaba todos los limites, acababa de falsear burdamente los datos oficiales de su propio Gobierno…la pregunta es ¿porqué lo hizo?. La respuesta es tan sencilla, como indignante, una vez masacrados los inmigrantes sin papeles, desacreditados los sindicatos, ahora toca criminalizar a los desempleados, ese sector que para ellos vive de la “sopa boba”, ese sector que “no trabaja, porque no quiere” –con la de puestos de trabajo que hay en España-, ese sector a los que “hay que mantener, porque son unos vagos”… ¿para cuándo el próximo “hachazo” a las prestaciones de desempleo?. Soraya va allanando el camino.

 

Es verdad que, en todos los colectivos hay desaprensivos que se intentan aprovechar de las circunstancias, también lo hay, sin duda, en este grupo; pero de eso, a pretender hacer creer que los desempleados son unos “chorizos” defraudadores es simplemente una barbaridad que exige rectificaciones e incluso dimisiones.

 

Que en 2 años se hayan denunciado 15.000 casos (no 520.000) de personas que además de cobrar una prestación o un subsidio, estuvieran trabajando en “negro”, nos debe llevar, antes de su criminalización, a una profunda reflexión para saber porqué lo hacen. Seguramente encontraremos diferentes situaciones que, por tanto, deben tener diferente tratamiento social. Los habrá que, efectivamente, quieran aprovecharse de la situación y, contra ellos, todo el peso de la ley; pero seguro que también encontraremos muchos otros casos, probablemente la inmensa mayoría, que lo hacen como un medio de subsistencia dentro de su precaria y mísera situación. En todo caso, en mi opinión, debemos hacer una segunda reflexión sobre quién se aprovecha de esta coyuntura, ¿el “miserable” que busca desesperadamente alimentar a su familia, o el desaprensivo “empresario” que lo contrata en condiciones propias de un país tercermundista?. Para mi, la respuesta es sencilla. No hay fraude Sra. Santamaría, en la mayoría de los casos, hay miseria y desesperación; ¿o es que hay alguien, en su sano juicio, que puede pensar que con subsidios de 426 euros o incluso menos, se puede vivir dignamente?, pruébelo usted Sra. Santamaría, igual cambia de opinión.

 

Los parados son personas que necesitan soluciones, no insultos. A esa miseria y desesperación usted y su gobierno deberían hacer frente con medidas solidarias y efectivas, no con los datos del IBEX o de la gran macro economía, porque esto, hasta el momento, solo ha generado más paro, más frustración y más pobreza en la inmensa mayoría de ciudadanos.

 

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