Hace 22 años una moneda de cinco duros decidió el Presidente del PP en Sagunto. Éramos siete personas en aquella ejecutiva y Emilio Adán y yo no encontramos mejor forma de decidirlo. Las otras personas que nos acompañaban tenían claro que debía ser uno de nosotros dos. Yo quería que fuera él y él quería que fuera yo, así que: moneda al aire… y salió Castelló presidente y Adán secretario. Cosas del azar, del destino, de Dios, vaya usted a saber.
Veníamos de unas elecciones donde habíamos participado muy activamente y duplicado nuestros resultados. Teníamos un concejal y ahora dos. Teníamos 1.699 votos y ahora 2.354. Bueno, no estaba mal para ser novatos.

 

Hasta la primera victoria en las Elecciones Europeas del 94 pasaron sólo tres años. No nos lo podíamos creer. Tres años más tarde el alcalde de Sagunto era del PP. Tampoco lo imaginamos nunca. Desde tres años después hasta hoy el PP ha ganado todas las elecciones celebradas en la ciudad. Quince elecciones ganadas de forma consecutiva. El día que lanzamos la moneda al aire no podía ser ni tan siquiera un sueño, por absolutamente impredecible e improbable. Pero así es. En las últimas elecciones locales hemos sacado más votos que nunca haya logrado un partido en Sagunto en toda la democracia y dejado a nuestro perseguidor a 17 puntos de ventaja. Sin palabras.

 

La nuestra es una historia de éxito político. Puede sonar frio, electoral, político puro, si no se tiene en cuenta que son los ciudadanos quienes nos dan su apoyo. No es un puro dato estadístico, sino el aval de una historia de éxito social, de proximidad y cercanía, de gestión y esfuerzo, de honradez y trabajo bien hecho. Lo dicen los ciudadanos, nuestros vecinos, elección tras elección.

 

Me quedo con la parte emocional. Con el sentimiento de agradecimiento infinito a nuestros fantásticos afiliados. El agradecimiento infinito a nuestros votantes, que cada vez son más y confían en nosotros, a pesar de las circunstancia. A mi familia, que me ha permitido dedicarme a una vocación de la que estoy profundamente orgulloso, que es la res pública, quitándole, precisamente, tiempo a ellos, a quienes más quiero.

 

Me quedo con la historia de nuestros abrazos, saltos y gritos tras ganar las elecciones. Con la de nuestros interventores llegando a la sede en volandas y con sonrisas de oreja a oreja. Esa historia está llena de abrazos de verdad, apretando, llorando, temblando. Me quedo con nuestro compañerismo y nuestra amistad. El resto de nuestros logros políticos y de gestión no son más que la consecuencia lógica de que nuestros afiliados seáis gente extraordinaria, de que seamos gente sincera, trabajadora, coherente y honrada y, también, de que nos sintamos parte de una gran familia en la que todos sois importantes.
La nuestra es una historia de viaje al centro político. Son compañeros nuestros gente que militó en el PSOE, BLOC, SP, CSP, UV, CV, etc. Nuestros afiliados lo son en ocasiones también de CCOO, USO, UGT, CSIF, etc. Y cada uno de ellos es un pepero más al que siempre se le ha tenido en cuenta y, especialmente, sus ideas y opiniones.

 

La nuestra es una historia de unidad sin límites, de lealtad, de resolver las discrepancias con diálogo, con acuerdos y con capacidad de reencontrar el camino de la confianza y el bien común, el camino de unidad en el proyecto político. Es también, por lo tanto, un ejemplo para el resto de fuerzas políticas, porque carece de líos, trifulcas, enfrentamientos y personalismos.

 

La nuestra es una historia de dar la cara siempre, de explicar porqué hacemos las cosas. Atendemos a la gente, escuchamos, tenemos sus opiniones en cuenta. No olvidemos nunca que esa es nuestra forma de trabajar. Sin engaños. Esa es nuestra forma de ser, sin incoherencias. Sobre todo esto basamos nuestro éxito electoral y nuestra buena amistad con los ciudadanos. Nunca como ahora es más necesario ser fieles a nuestros principios y a nuestra forma de entender la política: la mejor forma de servir a los ciudadanos, con vocación y convicción. No lo olvidemos.
La nuestra es una historia de ilusión, dedicación y pasión sin límite al servicio de los demás, a la política. Sólo la comprendemos y la ejercemos de esta forma. Sin ilusión, dedicación y pasión no hay política, al menos, como nosotros la entendemos. Y sé que Sergio y su equipo tienen ilusión, dedicación y pasión.

 

Hablemos de nuestro nuevo Presidente, Sergio Muniesa. Es difícil ver el perfil de alguien cuando está tapado. Es difícil ver la sombra que proyecta, si está alguien tapandolo a su vez. A pesar de esto, todos conocéis a Sergio, sabéis que es leal, trabajador, honrado y buen gestor. Pero pocos como yo conocen, además, algo que a partir de hoy, que proyecta su propia sombra, todos veréis. Tiene habilidad, inteligencia, intuición, capacidad de negociación y, algo importante, liderazgo. Y algo también importante, sabe leer los momentos y medir los tiempos políticos.
El gesto de hoy no es ni de generosidad, ni de dar testigo, ni de devolver la lealtad y el trabajo conferido. El gesto de hoy se refiere exclusivamente al merecimiento y a la capacidad. Punto.

Sergio sabe que si yo pensara que no es el mejor, nunca hubiera dado este paso, por muy amigos, mucha confianza o merecido que lo tuviera. Pero lo creo firmemente. Pienso que es el mejor, pero hay algo que es mucho más importante, todos lo creemos.
Lo conozco desde que tenía unos10 años; he visto nacer a sus hijos y él a los míos; se me subió de un salto encima cuando Iniesta nos hizo ganar el mundial en Sudafrica; nos hemos abrazado en la Av. 9 d’octubre, pero en el centro, a las dos de la mañana tras una enorme victoria electoral. Hemos disfrutado mucho y sufrido mucho, siempre juntos, la vida del partido y del Ayuntamiento desde hace dos décadas. Siempre ha dado un paso al frente cuando se lo ha pedido el partido…y siempre ha dado un paso atrás cuando se lo ha pedido el partido.

Es muy buen tipo, una gran persona. Sabes que a ti y a tu equipo, que ha sido el mío básicamente hasta hoy, os deseo suerte, acierto y éxito. Sois muy buenos, lo sabéis y os lo he dicho muchas veces, aunque, quizás menos de las que debiera. Ya me conocéis.
No puedo dar consejos a Sergio. Ni uno que tú no sepas, no me hayas oído, visto o vivido. Te deseo lo mejor. No me vas a tener a tu lado dándote la murga, me vas a tener a tu lado cuando quieras. Siempre.

Hoy me despido como Presidente del PP de Sagunto tras 22 años de lucha constante por ser mejores y responder fielmente a las necesidades de nuestros vecinos, a sus aspiraciones. Lo hacemos sin moneda, sin azar, con una apuesta segura como lo es Sergio. Espero llegar al final de la legislatura como Alcalde y conseguir éxitos y minimizar daños, como lo hemos hecho siempre que hemos estado al frente de nuestro Ayuntamiento y así lo han reconocido nuestros vecinos. Espero que en 2015 revalidemos, de nuevo, nuestra hegemonía en nuestra ciudad. Pero amigos, amigas, esa es otra historia, que hoy da sus primeros pasos con nuestro Presidente local, Sergio Muniesa.