He leído con atención el escrito del señor Marcelino Gil en la columna que ocasionalmente le brinda el económico en su edición de papel. Francamente lo de este hombre es enfermizo, da igual lo que escriba, siempre aprovecha para meterse con SP de forma cobarde, y con la impunidad que le da el dirigirse a un público que mayoritariamente, no conoce con exactitud como funciona esto del urbanismo.
Algunas personas me comentan que Marcelino Gil, es uno de los que más y mejor conoce el Plan General de Ordenación Urbana del año 92. Lo que podrían no entender de alguien tan sabio, es porqué hace esas valoraciones tan inexactas sobre como y porqué se incrementó la densidad del SUP 2. Yo se lo voy a aclarar: cuando alguien sabe de lo que habla, pero no dice u omite toda la verdad, es un mentiroso, o una mala persona. Marcelino Gil más bien es las dos cosas, porque mintió a un montón de ciudadanos y actúa como una mala persona, pero voy a añadir dos apelativos más: estuvo en política por interés y traicionó a los suyos.
Solo les voy a dar algún detalle de porqué digo esto, aunque me guardaré algunas "perlas" en la chistera. Corría el año 1997, cuando el partido en el que militaba el señor Gil (CIPS), decidió participar en una moción de censura al entonces alcalde D. Manuel Girona. Nuestro estimado columnista puso encima de la mesa una condición para llevar adelante esa moción: una conocida amiga y futura concejala, debería ser la nueva Jefa del Departamento de Urbanismo. Sus compañeros de partido y el resto de formaciones le siguieron el juego, pero trascurrido el tiempo ese "enchufe" pretendido por el señor Gil fue descartado. La reacción de Marcelino fue la de traicionar al partido por el que había sido elegido concejal. Se pasó al grupo mixto y preparó el caldo de cultivo para crear una nueva formación: Segregación Porteña. Y a partir de ahí, engañó a muchos ciudadanos que nos creemos esto de la segregación, el utilizó esta idea para enjugar los votos de los segregacionistas del CIPS. El señor Marcelino Gil no creía en lo que defendía, el es una gran mentira como persona y francamente siento lástima por el.
Este señor, estuvo como concejal de SP durante dos legislaturas. Decidió irse por su propia voluntad. Aún recuerdo que me dijo justo antes de las elecciones del año 2007, cuando yo le comenté que teníamos posibilidades de sacar más de cinco regidores: "Manolo no tienes ni idea de política, como mucho sacaréis 4 concejales". No habló de «sacaremos», ya se dirigía a nosotros como si formáramos parte de otro partido. Sin embargo, a pesar de saber tanto de política, el señor Gil se equivocó, puesto que SP consiguió los mejores resultados de la historia, siendo en gran parte mérito de otro ilustre ex –concejal de SP: Jaime Goig.
Desde el día en que acabaron las elecciones, el señor Gil no paró de pasar por la sede de IP, pidiendo que pactáramos a toda costa. Yo me preguntaba a qué venían esas prisas...alguien le había asegurado que se convertiría en nuestro asesor de urbanismo. Ahora desde la lejanía lo veo claro; en el momento de alcanzar el pacto con el PP, el señor Gil no consiguió su objetivo de convertirse en liberado, por SP para trabajar en eso del urbanismo que parece que le tiene cierta estima el hombre. A partir de ese momento, el señor Gil convierte su pataleta en una nueva traición y se multiplican los escritos en contra de SP y de los que estamos en primera línea que nos convertimos en el blanco de sus iras. Y así sigue el señor Gil, que dice que no está en política para hacer amigos, a lo que yo añado entre sus compañeros de partido; porque algunos ilustres inversores del mundo del urbanismo lo estiman mucho.
Precisamente es desde ese sector de personas bien posicionadas, desde el que me llegan las alabanzas por el conocimiento que tiene el señor Gil de todo lo relacionado con nuestro Plan General. Quizá a ellos no les ha engañado y entenderán ustedes que alguien tan sabio en esta materia, puede ayudar con su opinión sobre determinados temas, a que algunos empresarios mejoren su balance económico. Ahora extraigan sus propias conclusiones.
Y llegados al punto del SUP II, les diré que en una próxima edición impresa de este diario, si el director lo tiene a bien, daré una vez más, las explicaciones oportunas sobre el porqué tomamos en su momento la decisión de incrementar la densidad. De paso le daré una clase de matemáticas al señor Gil, que en esa materia anda un poco justo, puesto que pasar la densidad de 50 a 60 Viviendas por Hectárea, no es un 40%, sino un 20%. Claro está con sus verdades a medias acrecenta esa densidad de oídas y con la intención de hacer el máximo daño posible.
En fin, cuando quiera dejar de decir gilipolleces, señor Marcelino, me tiene a su entera disposición, aunque a los traidores no les tengo demasiada simpatía. Trabajamos para los ciudadanos y usted por desgracia, se encuentra entre ellos.
Algunas personas me comentan que Marcelino Gil, es uno de los que más y mejor conoce el Plan General de Ordenación Urbana del año 92. Lo que podrían no entender de alguien tan sabio, es porqué hace esas valoraciones tan inexactas sobre como y porqué se incrementó la densidad del SUP 2. Yo se lo voy a aclarar: cuando alguien sabe de lo que habla, pero no dice u omite toda la verdad, es un mentiroso, o una mala persona. Marcelino Gil más bien es las dos cosas, porque mintió a un montón de ciudadanos y actúa como una mala persona, pero voy a añadir dos apelativos más: estuvo en política por interés y traicionó a los suyos.
Solo les voy a dar algún detalle de porqué digo esto, aunque me guardaré algunas "perlas" en la chistera. Corría el año 1997, cuando el partido en el que militaba el señor Gil (CIPS), decidió participar en una moción de censura al entonces alcalde D. Manuel Girona. Nuestro estimado columnista puso encima de la mesa una condición para llevar adelante esa moción: una conocida amiga y futura concejala, debería ser la nueva Jefa del Departamento de Urbanismo. Sus compañeros de partido y el resto de formaciones le siguieron el juego, pero trascurrido el tiempo ese "enchufe" pretendido por el señor Gil fue descartado. La reacción de Marcelino fue la de traicionar al partido por el que había sido elegido concejal. Se pasó al grupo mixto y preparó el caldo de cultivo para crear una nueva formación: Segregación Porteña. Y a partir de ahí, engañó a muchos ciudadanos que nos creemos esto de la segregación, el utilizó esta idea para enjugar los votos de los segregacionistas del CIPS. El señor Marcelino Gil no creía en lo que defendía, el es una gran mentira como persona y francamente siento lástima por el.
Este señor, estuvo como concejal de SP durante dos legislaturas. Decidió irse por su propia voluntad. Aún recuerdo que me dijo justo antes de las elecciones del año 2007, cuando yo le comenté que teníamos posibilidades de sacar más de cinco regidores: "Manolo no tienes ni idea de política, como mucho sacaréis 4 concejales". No habló de «sacaremos», ya se dirigía a nosotros como si formáramos parte de otro partido. Sin embargo, a pesar de saber tanto de política, el señor Gil se equivocó, puesto que SP consiguió los mejores resultados de la historia, siendo en gran parte mérito de otro ilustre ex –concejal de SP: Jaime Goig.
Desde el día en que acabaron las elecciones, el señor Gil no paró de pasar por la sede de IP, pidiendo que pactáramos a toda costa. Yo me preguntaba a qué venían esas prisas...alguien le había asegurado que se convertiría en nuestro asesor de urbanismo. Ahora desde la lejanía lo veo claro; en el momento de alcanzar el pacto con el PP, el señor Gil no consiguió su objetivo de convertirse en liberado, por SP para trabajar en eso del urbanismo que parece que le tiene cierta estima el hombre. A partir de ese momento, el señor Gil convierte su pataleta en una nueva traición y se multiplican los escritos en contra de SP y de los que estamos en primera línea que nos convertimos en el blanco de sus iras. Y así sigue el señor Gil, que dice que no está en política para hacer amigos, a lo que yo añado entre sus compañeros de partido; porque algunos ilustres inversores del mundo del urbanismo lo estiman mucho.
Precisamente es desde ese sector de personas bien posicionadas, desde el que me llegan las alabanzas por el conocimiento que tiene el señor Gil de todo lo relacionado con nuestro Plan General. Quizá a ellos no les ha engañado y entenderán ustedes que alguien tan sabio en esta materia, puede ayudar con su opinión sobre determinados temas, a que algunos empresarios mejoren su balance económico. Ahora extraigan sus propias conclusiones.
Y llegados al punto del SUP II, les diré que en una próxima edición impresa de este diario, si el director lo tiene a bien, daré una vez más, las explicaciones oportunas sobre el porqué tomamos en su momento la decisión de incrementar la densidad. De paso le daré una clase de matemáticas al señor Gil, que en esa materia anda un poco justo, puesto que pasar la densidad de 50 a 60 Viviendas por Hectárea, no es un 40%, sino un 20%. Claro está con sus verdades a medias acrecenta esa densidad de oídas y con la intención de hacer el máximo daño posible.
En fin, cuando quiera dejar de decir gilipolleces, señor Marcelino, me tiene a su entera disposición, aunque a los traidores no les tengo demasiada simpatía. Trabajamos para los ciudadanos y usted por desgracia, se encuentra entre ellos.
