Una de las primeras cuestiones de las que uno se da cuenta cuando se mueve por el Ayuntamiento, es la tremenda desorganización existente en algunos de los departamentos municipales, algo que se hace más evidente en los asuntos que se deben tratar desde diferentes secciones.
Quizá porque siempre he trabajado en el sector privado, no estoy acostumbrado a ver situaciones de olvido o dejadez en expedientes que además en este caso afectan a los ciudadanos. Todo esto se agrava en cuestiones que al final nos han costado dinero, como es el caso de la expropiación de la Plaza Ángel Perales. Mi primera conclusión, a pesar de que es un asunto que todavía va a dar mucho que hablar, es que la forma de gestionar este escabroso problema, ha sido realmente escandalosa. A pesar de estar tratado por diferentes departamentos, cada funcionario ha actuado de forma independiente y cada departamento municipal ha sido un compartimento estanco, con lo que el aparente desconocimiento de los funcionarios responsables, del grueso del expediente, les ha llevado a formular informes que lamentablemente hacían un enfoque erróneo de la realidad.
No voy a especificar nada más a ese respecto, puesto que esto es una comisión de investigación y será en su momento cuando salgan a la luz las conclusiones de cada grupo político, pero desde luego, uno de las líneas a mejorar, es precisamente la de desarrollar grupos de trabajo multidisciplinares que se encarguen de los temas que afecten a diversos departamentos, de tal manera que los asuntos queden resueltos con toda la información encima de la mesa.
Y en cuanto a la organización, tengo que decir que no hay que tener miedo. En esta casa de locos, cuando el responsable o Concejal intenta poner un orden para dar criterio a su departamento, siempre se encuentra con las críticas y el enfrentamiento. Pero ojo, de lo que hay que huir, que por desgracia también se da, es del trato de favor que es otro de los grandes males de lo público, pues en ocasiones se confunde la valía del trabajador con su color político.
Para muestra, mi etapa como concejal de Policía o en Actividades, departamentos donde en tan solo un año se produjeron cambios que le dieron mayor sentido a su funcionamiento. En ambos casos hubo críticas, pero los resultados fueron óptimos como lo demuestran los hechos. Además con la creación de la ponencia técnica, se creó precisamente una comisión multidisciplinar, ya que participan técnicos de urbanismo y actividades. Con su creación se solucionaba un problema endémico a la hora de resolver determinados problemas a nivel de licencias que permanecían estancadas. Se dio orden al departamento de actividades y se completó y consolido el orden jerárquico en la Policía local. Pero lo más importante, se hizo con criterios claros, teniendo en cuenta la valía personal y las condiciones objetivas para ocupar cada uno de los puestos que en alguno de los casos, no supusieron un incremento salarial, pero si que dejaban claras las responsabilidades de cada uno.
Solo estuve 16 meses en actividades y urbanismo, y un año en policía. Ciertamente el trabajo a realizar tenía mayor recorrido, sobre todo porque desde las concejalías que dirigíamos los concejales de SP, ya teníamos preparados los organigramas para llevar adelante la descentralización administrativa. Pero hasta en ese tema, ya recibimos amenazas por parte de algún sindicato, algo que me parece inexplicable, cuando lo que pretendíamos era trasladar trabajadores dentro del término municipal a otras dependencias situadas en El Puerto. Pero esa es otra historia...
Quizá porque siempre he trabajado en el sector privado, no estoy acostumbrado a ver situaciones de olvido o dejadez en expedientes que además en este caso afectan a los ciudadanos. Todo esto se agrava en cuestiones que al final nos han costado dinero, como es el caso de la expropiación de la Plaza Ángel Perales. Mi primera conclusión, a pesar de que es un asunto que todavía va a dar mucho que hablar, es que la forma de gestionar este escabroso problema, ha sido realmente escandalosa. A pesar de estar tratado por diferentes departamentos, cada funcionario ha actuado de forma independiente y cada departamento municipal ha sido un compartimento estanco, con lo que el aparente desconocimiento de los funcionarios responsables, del grueso del expediente, les ha llevado a formular informes que lamentablemente hacían un enfoque erróneo de la realidad.
No voy a especificar nada más a ese respecto, puesto que esto es una comisión de investigación y será en su momento cuando salgan a la luz las conclusiones de cada grupo político, pero desde luego, uno de las líneas a mejorar, es precisamente la de desarrollar grupos de trabajo multidisciplinares que se encarguen de los temas que afecten a diversos departamentos, de tal manera que los asuntos queden resueltos con toda la información encima de la mesa.
Y en cuanto a la organización, tengo que decir que no hay que tener miedo. En esta casa de locos, cuando el responsable o Concejal intenta poner un orden para dar criterio a su departamento, siempre se encuentra con las críticas y el enfrentamiento. Pero ojo, de lo que hay que huir, que por desgracia también se da, es del trato de favor que es otro de los grandes males de lo público, pues en ocasiones se confunde la valía del trabajador con su color político.
Para muestra, mi etapa como concejal de Policía o en Actividades, departamentos donde en tan solo un año se produjeron cambios que le dieron mayor sentido a su funcionamiento. En ambos casos hubo críticas, pero los resultados fueron óptimos como lo demuestran los hechos. Además con la creación de la ponencia técnica, se creó precisamente una comisión multidisciplinar, ya que participan técnicos de urbanismo y actividades. Con su creación se solucionaba un problema endémico a la hora de resolver determinados problemas a nivel de licencias que permanecían estancadas. Se dio orden al departamento de actividades y se completó y consolido el orden jerárquico en la Policía local. Pero lo más importante, se hizo con criterios claros, teniendo en cuenta la valía personal y las condiciones objetivas para ocupar cada uno de los puestos que en alguno de los casos, no supusieron un incremento salarial, pero si que dejaban claras las responsabilidades de cada uno.
Solo estuve 16 meses en actividades y urbanismo, y un año en policía. Ciertamente el trabajo a realizar tenía mayor recorrido, sobre todo porque desde las concejalías que dirigíamos los concejales de SP, ya teníamos preparados los organigramas para llevar adelante la descentralización administrativa. Pero hasta en ese tema, ya recibimos amenazas por parte de algún sindicato, algo que me parece inexplicable, cuando lo que pretendíamos era trasladar trabajadores dentro del término municipal a otras dependencias situadas en El Puerto. Pero esa es otra historia...
