Buenos días a todos. Uno de enero de 2013, primer día del nuevo año. Abandonamos el 2012, que nos ha dejado nuestra España, nuestra Comunidad Valenciana y como no, nuestro Puerto, en una situación social muy delicada.
Comentaba con mi esposa el día de Navidad, que en esta ocasión había visto tristeza en las personas que nos juntamos a comer ese día, a diferencia de otros años en los que como por arte de magia, se dejaban todas las preocupaciones a un lado y eran sustituidas por muestras de cariño, de buenos deseos y sobre todo de ESPERANZA en un futuro mejor.
Olvidé decir, que quizá en mi caso se trata de una situación especial, pues provengo de una familia humilde; humilde en la economía y en la que siempre todos los que la componemos hemos intentado afrontar la defensa de nuestros planteamientos desde la humildad. Tengo 8 hermanos, 7 de ellos emparejados y 13 sobrinos alguno de ellos ya casado, que se unen a mis dos hijas, para conformar una gran familia "porteña". Y como es normal en una familia tan numerosa, a algunos les va muy bien, y a otros la crisis les ha mostrado su lado más oscuro. Y llegó la noche vieja, en la misma dinámica, en boca de todos la problemática actual, la situación delicada de algunos de "los nuestros".
Pero, quizá por esa magia que para mí sigue teniendo el cambio de año, y quitando algún que otro problemilla doméstico que ahora no viene a cuento, quiero gritar bien fuerte la palabra que he escrito antes en mayúsculas ¡¡¡ESPERANZA!!!
He pasado a lo largo de mi vida por muchas situaciones, buenas y malas. Y desde luego, si algo he aprendido es que con la negatividad y la aflicción en la que se ha sumido la sociedad, difícilmente podremos remontar el vuelo. Es en momentos como este, cuando tenemos que demostrar nuestra capacidad de adaptación y saber mirar al futuro con la seguridad de que vamos a ir a mejor. Somos capaces de mejorar y lo vamos a hacer, somos capaces de ayudar a que otros salgan del mal momento y les vamos a ayudar, somos capaces de aportar nuestro granito de arena y construiremos esa montaña a la que subir para ver las cosas desde arriba, en lugar de estar hundidos en el cieno viéndolo todo desde el más absoluto pesimismo.
Salir de esta situación, parte de cada uno de nosotros, parte de nuestra capacidad de ver las cosas desde el prisma adecuado. Solo así seremos capaces de emprender y con emprendedores como nosotros saldremos adelante con fuerza y convicción, para recuperar parte de ese bienestar que nos han arrebatado. Cuento con todos vosotros , pero este mensaje es para deciros a los que me apoyáis y bueno, a los que no me apoyáis también, que aquí estoy para lo que me necesitéis, que cuento con vosotros, y contad vosotros conmigo.
Empieza el 2013, empezamos desde abajo, hay precipicios que sortear y una larga cuesta que superar, pero vamos a por todas, saldremos de esta ¡¡¡vaya que sí!!!...Como decía el ilustre Juan Antonio Cebrián: ¡¡¡FUERZA Y HONOR!!!
A lo cual añadiría ESPERANZA.
¡¡¡FELIZ 2013!!!
