El negocio de la salud

Lunes, 31 Diciembre 2012 13:03

Oímos hablar de fondos de inversión, pero, realmente, no sabemos qué son exactamente, de qué se nutren o cómo funcionan. Por lo que he podido leer en prensa especializada, un fondo de inversión es un mecanismo de ahorro que aglutina a cientos o miles de pequeños y medianos inversores. El dinero de este colectivo de ahorradores, que constituye el fondo inversor, y que en ocasiones puede ser ingente, es gestionado por un equipo de especialistas que, a cambio de una comisión, se encarga de 'colocar' estos recursos económicos en distintos productos, tales como títulos de renta fija, acciones, activos monetarios, deuda soberana, etc. Ni que decir tiene que con las 'colocaciones' de estos capitales se persigue la más alta rentabilidad.
 
¿Se imaginan ustedes el sistema público de salud, el de Madrid, por ejemplo, en manos de un fondo de inversión? La salud de los ciudadanos gestionada por un grupo de brokers, especuladores sin escrúpulos. Aunque eso sí, todo por nuestro bien, para seguir garantizando la gratuidad de la sanidad, cuando ya he dejado claro en mi anterior artículo, «Otra gran mentira», que de gratis nada de nada. Si cualquier concejal de Urbanismo ha podido hincharse a ganar dinero, financiando a su partido a base de modificaciones interesadas en el planeamiento, no quiero ni pensar la de comisiones y otras prebendas que se puede llevar más de uno por poner en manos privadas el negocio de la asistencia sanitaria. Esto no es un pelotazo, es lo siguiente.
 
¿De verdad piensan que cediendo la gestión de la sanidad a fondos de inversión o compañías privadas se va a reducir el gasto? ¿De veras lo creen? Si cuanto más dinero facturen a la administración más han de ganar, ¿por que razón hemos de creer que van a reducir la factura sanitaria? Lo que va a ocurrir aquí es que se aumentarán los beneficios a base de engordar la facturación a la administración y, al mismo tiempo, reducir los costes de explotación del negocio, que sólo se puede hacer de una forma: mermando la calidad asistencial, aunque eufemísticamente se denomine optimización de la gestión. Que no estamos hablando de ONGs, sino de buitres sin ninguna clase de ética, que solo persiguen el máximo beneficio.
 
Por cierto, ¿se han parado a pensar qué puede ocurrir si quiebra cualquier gestor del negocio sanitario?, muy fácil, que tendrá que salir el Estado en su auxilio, o sea, todos los ciudadanos, lo que siempre implica aportaciones millonarias de fondos públicos. Algo parecido a lo que ha pasado con la banca, que, después de sacearla, ha hecho falta una inyección multimillonaria, eso sí, pensando en los impositores. Cómo nos venden la cabra, ¿verdad?
 
La privatización encubierta de la sanidad, que viene promoviendo el Partido Popular, es algo que ya puso en marcha la conservadora Margaret Thatcher en el Reino Unido durante la década de los 80, atendiendo a las recetas neoliberales recogidas en «Los fundamentos de la libertad», obra cumbre de austriaco Friedrich A. Hayek, sin embargo, los años transcurridos ha puesto en evidencia, además de otras carencias, que la asistencia sanitaria desaparece de aquellos núcleos de población donde no es rentable. ¿Se imaginan que ocurrirá en las zonas menos pobladas de España. Todo esto tiene un final: que haya un sistema sanitario para los ricos y otro para los pobres.
 
@I_Belzunces

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Modificado por última vez en Lunes, 31 Diciembre 2012 13:43

 

 

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