Haberlas, haylas

Jueves, 20 Diciembre 2012 11:12

He leído en los digitales que, para hacer caja, los portugueses van a vender sus empresas públicas rentables, seguro que los alemanes van a tratar de quedarse, a precios de saldo, con estos negocios, y es que, como dice un buen amigo mío, las partidas se ganan cuando se arreglan. Portugal, después de aplicar severos recortes, tiene que recurrir a la venta de patrimonio, lo cual demuestra que, lejos de mejorar, empeora a pasos agigantados con tantos tijeretazos. Las medidas neoliberales no funcionan, es evidente, ¿no? Aquí, en España, ocurrirá algo parecido, y cuando, asfixiados por las deudas, se vean forzados a malvender AENA, Puertos del Estado, Adif, Renfe, AVE, Loterías, y otras compañías estatales, vendrán los teutones a quedarse estas gangas por cuatro perras, así conseguiremos liquidez para pagarles la deuda. Está todo muy bien planificado.

Mientras el Banco Central Europeo siga prestándole dinero a los bancos y no a los estados miembros de la Unión, que es lo que debería de hacer, el incremento del endeudamiento será inevitable. Si España pagara la deuda soberana al 1% de interés, que es lo que le cuesta a la banca, el débito español rondaría, seguramente, entorno al 20% del PIB y no al noventa y tantos por ciento del Producto Interior Bruto, que es a lo que asciende ahora, gracias a este negocio que, sustentado en el latrocinio de guante blanco, tienen montado los banqueros, sobre todo los alemanes, con la necesaria colaboración del BCE, de Bruselas y de Berlín, que, a través de la deuda, va a germanizar medio continente. Si Adolfo Hitler levantara la cabeza se quedaría maravillado de ver con qué sencillez coloniza Europa el conglomerado financiero industrial germano, que no la Merkel, sin pegar un solo tiro.

Algunos de los que el 20 de noviembre de 2011 votaron al PP, y que ya le están viendo las orejas al lobo, todavía tratan de auto convencerse, de que hicieron lo correcto, con la ya famosa cantinela de que no hay alternativa posible, ¡falso! Alimentan este argumento añadiendo que lo que tenemos no será tan malo desde el momento en que los antiguos países satélites de la Unión Soviética se vuelven locos con solo pensar que se van a integrar en la Unión Europea. Claro que están ansiosos, es lógico que así sea, porque al principio, como le ocurrió a España, solo van a recibir ayudas de los fondos europeos, y porque, además, sus ciudadanos podrán circular libremente por todo el territorio de la zona euro y, por tanto, buscarse la vida fuera de sus empobrecidas patrias. Que esas pequeñas naciones quieran incorporarse, no significa, en ningún caso, que la Unión Europea vaya por el buen camino, y mucho menos que no haya alternativas. Haberlas, haylas.
 
@I_Belzunces

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Modificado por última vez en Jueves, 20 Diciembre 2012 23:34

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