En mi anterior post de presentación, decia en uno de los últimos parrafos:
"Creo en la libertad socializada, la igualdad en las oportunidades y la solidaridad indiscriminada, como principios ordenadores de una sociedad cada vez más justa."
Tener como principio básico irrenunciable la libertad, es algo que hoy se atribuye a los neoliberales. Para un socialista, comunista o progre (ahí ya va de todo) el principio básico irrenunciable es el socialismo. El fin justifica los medios... es, y ha sido, para muchos de los movimientos y organizaciones políticas, la herramienta para conseguir sus fines. Socializar la libertad individual conforma a las sociedades, si ha habido consenso o contrato, primero se es libre y con libertad aceptas ceder parte de tus libertades y derechos en pro del resto de ciudadanos, eso es convivir en sociedad y en libertad autolimitada. Nada he inventado, ya lo hizo Jean-Jacques Rousseau en su famoso Contrato Social.
Pero "Amiguito del alma te quiero un huevo", esto que en principio parece lógico, natural y justo... esto no es compartido por todos, los hay que creen que para que las cosas sean como ellos piensan, debe hacerse con lucha, algunos creen incluso que con violencia y por la fuerza, ahí tenemos a Mas y a los menos, pero juntos. La derecha oligarca y suicera, en piña con la izquierda catalana nacionalista, alientada y aliñada espiritualmente por la izquierda peninsular, para eso son hermanos de cuna y mamada. Mi padre, todo un comunista puro, ni me lo dijo ni me lo explicó, para él todo nacionalista era un facha, de tomo y lomo.
Ya teniamos un contrato social de mayorias y votado por todos. Esto puede ser recontratado, es obvio, justo y entendible, ¡pero no! los que lo piden... son unos, no todos, son los diferentes a los otros (parece que mejores), piden con fuerza e imposición el derecho a decidir. Derecho solo para ellos, no para todos. Derecho irreversible e inaplicable para las comarcas, regiones, provincias y pueblos de Cataluña, lo que el pueblo llano de Leia llama la ley del embudo. En esta propuesta unilateral, ni hay igualdad de oportunidades, ni solidaridad indiscriminada, ni libertad socializada, ni contrato social de Rousseau. Lo único que hay es egoismo, fascismo, imposición, pelas en juego y bastantes insociables de por medio.
